
Miles de peruanos y extranjeros afectados por descoordinación del sector público.
Ha pasado casi una semana desde que el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmara la suspensión de los vuelos humanitarios en el Grupo Aéreo N° 8 de la FAP y su traslado al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a mediados de este mes, pero aún se desconoce una fecha exacta para el reinicio de dichas operaciones.
Debido a esta medida, anunciada sin previo aviso, al menos cuatro vuelos internacionales tuvieron que ser cancelados entre el 1 y 15 de agosto, dejando varados a más de dos mil peruanos y extranjeros que esperaban ser repatriados hacia y desde nuestro país, hecho que ha generado una ola de críticas en contra de las autoridades competentes.
En comunicación con Turiweb, Ricardo Acosta, presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), expresó su indignación y responsabilizó al Gobierno del caos, las afectaciones y las pérdidas económicas provocadas por la súbita e intempestiva interrupción del servicio. Dijo que hubo una evidente descoordinación y falta de previsión del sector público para reprogramar los vuelos con la debida anticipación.
Según se pudo conocer, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) decidió retirar a su personal del Grupo Aéreo N° 8 por falta de presupuesto y comunicó que a partir del 3 de agosto ya no se autorizarían los vuelos de repatriación desde dicho aeropuerto militar. El anuncio fue repentino y sin previo aviso, señalaron fuentes consulares acreditadas en nuestro país.

Al respecto, Ricardo Acosta lamentó la falta de previsión y organización de los involucrados del sector público en cuanto al manejo de las operaciones de los llamados vuelos humanitarios y de repatriación (Indecopi, MTC, Mincetur, MEF, FAP, etc.).
“El caos causado por la falta de organización y previsión es incalculable, debido a que, si existía un contrato para el uso del Grupo Aéreo N° 8 para los vuelos mencionados, el cual regía hasta el día 31 de julio del presente año, con la debida anticipación se debió tener un plan A y un plan B para no interrumpir este tipo de vuelos que son, como bien lo indican sus nombres, ‘humanitarios’ y de ‘repatriación’”, declaró el titular de Apavit a Turiweb.
“Lo correcto hubiese sido tener todo muy bien coordinado para que así los vuelos posteriores al 31 de julio pasasen automáticamente a operar en el aeropuerto Jorge Chávez o donde creyesen conveniente. Lo inaceptable es que hayan perjudicado principalmente a los viajeros: compatriotas dispersos en diferentes partes del mundo, así como a los extranjeros que siguen en Perú y están ansiosos por retornar a sus países de origen. Esto, sin mencionar a las personas con casos médicos pendientes o personas que en este ínterin ya perdieron a un ser querido al no poder llegar a tiempo a su destino”, comentó.
A ello, dijo, se suman las pérdidas económicas de las líneas aéreas con vuelos programados y que tuvieron que cancelar, así como los pasajeros con boletos adquiridos que ahora reclaman a las aerolíneas por la cancelación de sus viajes.
“Continúan llegando a nuestra patria vuelos de diferentes países del mundo totalmente vacíos, sin poder repatriar a nuestros compatriotas por falta de autorización por parte del gobierno peruano. Solo en el caso de Santiago de Chile tenemos, aproximadamente, 100 personas pernoctando en diferentes carpas afuera de la Embajada de Perú, con una temperatura ambiente que varía entre los 2 y 14 grados centígrados, con la esperanza de ser repatriados. Sería conveniente que el Gobierno aclare esta situación”, expresó.
En ese sentido, el titular de Apavit sostuvo que el sector público debe y tiene que empezar a coordinar un trabajo conjunto con el sector privado de turismo. “Hay miles de empresas con mucha experiencia dispuestas a tenderles la mano, pensando en el bienestar del país; pero, especialmente, en nuestros compatriotas varados en el extranjero desde hace más de 150 días pasando penurias, al igual que los extranjeros en nuestro país”, refirió.

Cabe señalar que, a la fecha, fueron cancelados los vuelos Lima – Ámsterdam de KLM y Lima – París de Air France, programados para el 6 y 7 de agosto, respectivamente. También los vuelos Lima – Ámsterdam de KLM del 13 de agosto y el Lima – Miami gestionado por Solange Reps, que tenía previsto partir de nuestro país el 14 de agosto.
“A los señores del sector público les recuerdo que estamos en una guerra contra un enemigo invisible llamado Covid-19, no estamos en tiempo de experimentar o aprender; estamos para apoyarnos los unos a los otros, la situación de emergencia lo requiere. Cada uno, aportando en su ramo, iniciemos un trabajo conjunto que tendrá muy buenos resultados, consiguiendo salir más rápido de esta crisis que por adelantado nos está pasando una factura muy alta y la cantidad de fallecidos y contaminados crece desmesuradamente”, puntualizó Acosta.
A la fecha, según información de la Cancillería peruana, estos vuelos humanitarios han logrado repatriar a más de 30,000 peruanos y a más de 50,000 extranjeros, pero aún hay miles de ciudadanos varados alrededor del mundo que solicitan su retorno.
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