El ex ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, afirmó que la decisión de Latam Airlines de someterse a un proceso de reestructuración y los recientes anuncios del Gobierno de lanzar medidas para reactivar el turismo (previéndose pérdidas por alrededor de US$ 5.800 millones), confirman que este será uno de los sectores más golpeados por la crisis, estando en riesgo 1.4 millones de puestos de trabajo.
De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), entre enero y mayo de este año, el turismo receptivo habría caído en 54%, anticipándose una contracción anual de 70% (reducción de 3 millones de turistas). Por su parte, el turismo interno disminuiría en 42%.
“Es evidente la necesidad de lanzar mayores salvavidas que soporten la iliquidez del sector ante la paralización del flujo de viajeros por el cierre de fronteras y la contracción de la demanda internacional. Sin embargo, el hecho de que 84% de las empresas que proveen servicios turísticos sean informales y que la demanda se mantendrá deprimida por un periodo prolongado e incierto, limitan la efectividad de las medidas de apoyo estatal y no lograrán evitar la quiebra de un número significativo de empresas que operan en el sector”, indicó Castilla en un artículo publicado por el diario Gestión.
Recordó que la Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que la recuperación del turismo internacional podría tardar entre tres y cinco años, como mínimo, una realidad que obliga a plantear una transformación profunda del turismo ante la nueva normalidad poscovid-19.
“A la fecha, el Gobierno ha dictado principalmente medidas de corte transversal. En materia de liquidez, el programa Reactiva Perú ha colocado poco más de 10% de su primera fase en el sector de hotelería y no se prevé una demanda significativa en el segundo tramo del programa, por el mayor nivel de riesgo de insolvencia que las entidades financieras no estarían dispuestas a asumir. El soporte específico al sector turismo se ha restringido a un fondo para apoyar la actividad artesanal y la adopción de un régimen temporal de depreciación acelerada del impuesto a la renta para los establecimientos de hospedaje, agencias de viajes y turismo, restaurantes, entre otros”, comentó.
Dijo también que, a futuro, el sector turismo deberá optar por identificar nuevas líneas de negocio. Esto complementará las acciones que la mayoría de las empresas está realizando en materia de reducción de costos, diferimiento de inversiones y desarrollo de protocolos de bioseguridad.
“Por ejemplo, en el caso específico del subsector hotelero en Lima y las principales ciudades, sus características le permiten tener mayores opciones para reconvertir su giro de negocio, al menos temporalmente, y contemplar distintas opciones. Esta reconversión exigirá modificaciones legales en materia de licencias, permisos y habilitaciones, especialmente a nivel de los gobiernos locales”, refirió el ex titular del MEF.
Sostuvo que, en tanto se transite gradualmente a una nueva normalidad sanitaria, lo primero que se reactivará será el turismo interno en función de la recuperación de la demanda interna. En materia de turismo receptivo, se deberá desarrollar un plan de recuperación que potencie una mayor inteligencia de mercado, identifique nuevos segmentos de demanda, plantee estrategias de gestión del riesgo (incluyendo los potenciales riesgos sanitarios) y establezca marcos de protección al consumidor dirigidos a restaurar la confianza.
Finalmente, Luis Miguel Castilla dijo que se deberá adoptar una estrategia de formalización que podría seguir el molde de la Ley de Promoción Agraria, cuya vigencia fue recientemente prorrogada. Hay amplia evidencia que concluye que el despegue agroexportador respondió, en parte, a la existencia de un régimen laboral especial que permitió la contratación de trabajadores a plazo determinado con mayor flexibilidad, adecuándose a la estacionalidad de la actividad agrícola, y coadyuvando a un incremento de 80% del empleo formal agrícola en la costa en los últimos quince años. Atributos de este régimen podrían ser replicados para lograr una mayor formalización del turismo, al tener características similares de estacionalidad, por ejemplo.
“La pandemia ha puesto al turismo en el Perú, y el mundo, en estado de coma. Su recuperación exigirá que se replanteen los modelos de negocios y se reinvente el sector. Para lograr este objetivo, la cúpula empresarial privada deberá tomar mayor conciencia de que cualquier medida de soporte será insuficiente por la magnitud de la crisis. Por su parte, el Gobierno deberá apostar por medidas más audaces mirando el mediano plazo, y quizás debiera evaluar solicitar facultades legislativas con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del sector”, puntualizó.
*Lee el artículo original en el siguiente link:
REINVENTANDO EL TURISMO PARA LA ERA POSCOVID-19