Tras haber invertido más de US$ 50 millones en la renovación del aeropuerto Renán Elías Olivera de Pisco y luego de 10 años como concesionario, Aeropuertos del Perú (AdP) no logra que supere el 1% del total del tráfico aerocomercial dentro del país, tomando como referencia la estadística que publica la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Por esta razón, diversos especialistas han calificado a dicho terminal como un “elefante blanco”, apelativo que AdP ha rechazado en diversas ocasiones. Así, la empresa tiene en marcha planes de corto y largo plazo para llevar más pasajeros al aeropuerto sureño.
El primero y más visible de estos avances ha sido la concreción de la ruta directa entre Pisco y Cusco, que ya provee al terminal pisqueño el 20% de sus 80 mil usuarios por año, mientras que el grueso de viajeros (80%) sigue correspondiendo a los que hacen vuelos turísticos sobre las Líneas de Nasca.
“Los resultados del vuelo directo de Latam Airlines entre Pisco y Cusco han sido positivos, y convencer a más aerolíneas es parte de nuestro plan; pero creo que primero el objetivo es que estos vuelos sean más frecuentes (hoy se hacen tres veces por semana), y que la ruta se dé todo el año y no de manera estacional”, afirmó Evans Avendaño, gerente general de AdP, en declaraciones al diario El Comercio.
Por otra parte, aunque mucho se habla sobre el potencial del Elías Olivera como el ‘mejor’ aeropuerto alterno posible para el Jorge Chávez de Lima (AIJCh), lo cierto es que no es factible sin una infraestructura terrestre que acorte las 2,5 horas que hoy tarda conectar Pisco con nuestra capital por la Panamericana Sur (o sin un tren de cercanías), proyección no realista a corto plazo. “Nuestro enfoque comercial inmediato está en engrosar esta red basada en el turismo”, indicó Avendaño.
Al respecto, Eduardo Jáuregui, presidente de la Cámara de Turismo de Paracas (Capatur), estima que el terminal aéreo de Pisco puede atraer al menos 100 mil pasajeros por año si se convierte, además de en un alterno al AIJCh, en un centro de conexiones, un ‘hub’, para las aerolíneas ‘low cost’ que operan en nuestro mercado doméstico.
La cifra no es descabellada si uno toma en consideración que –de acuerdo al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) – casi 200 mil viajeros sobrevuelan las Líneas de Nasca cada 12 meses, utilizando como su base el aeródromo María Reiche, precisó El Comercio.
Pensando en ello, en AdP están promoviendo –en distintas ruedas de negocios locales e internacionales– una fórmula que han llamado ingreso mínimo garantizado (IMG), a través de la cual aseguran cubrir los costos de la operación a las aerolíneas que apuesten por el Elías Olivera, si el tráfico de pasajeros no lo consigue.
Según Evans Avendaño, con ese formato convencieron a Latam Airlines para operar los vuelos Pisco – Cusco y a JetSmart en el caso de su ruta directa entre Santiago de Chile y Trujillo (un aeropuerto también administrado por la empresa).
“Lo estamos promoviendo en todas las ruedas de negocio (nacionales e internacionales) a las que vamos. Asegurándole a la aerolínea que cubriremos sus gastos de operación si el tráfico de pasajeros no lo hace, hemos convencido a Latam y a JetSmart (en la ruta entre Santiago de Chile y Trujillo) y, por supuesto, esperamos convencer a más”, manifestó el ejecutivo. Dijo que, entre ruedas y la promoción de destinos, han invertido más de US$ 600 mil.