Los responsables de la aviación en la famosa isla de Phuket, en Tailandia, decidieron que pueden aplicar la pena de muerte a turistas que se saquen selfies en una playa, al final de la pista de despegue del aeropuerto, porque eso puede distraer a los pilotos y el Código Penal del país considera que provocar estas distracciones tiene esa pena.
Como sucede en otros lugares del mundo, Instagram va cambiando los comportamientos de los viajeros y ahora, la zona de playa que permite sacarse una foto con un avión despegando, se convirtió en un destino popular: hay masas de gente que van a fotografiarse.
Pero los jefes del aeropuerto empezaron a fastidiarse con tanta gente y decidieron cerrar esa zona por miedo a un accidente. La relación entre esa posibilidad y la gente que se saca fotos puede ser cuestionable, pero es lo que piensan las autoridades locales.
Lo grave de todo esto es que la ley tailandesa dice que distraer a un piloto, que es lo que fantasean los responsables del aeropuerto que pueda pasar, está penado con la muerte, según informó El Clarín.
Wichit Kaewsaithiam, director del aeropuerto internacional de Phuket International Airport explicó que “queremos que el turismo y la aviación puedan coexistir”, pero que no por eso iban a permitir el riesgo sobre la aviación.
Si bien la noticia corrió por Phuket, sólo los habitantes de allí se enteraron porque los turistas estaban estos días haciéndose las fotos con la misma asiduidad de siempre.
No obstante, el segundo responsable del aeropuerto, Vijit Keawsaitiam, indicó: “Vamos a crear una zona segura que estará catalogada como zona estrictamente prohibida y que no permitirá el paso a los turistas. Usar drones y apuntar a los pilotos con láser, obviamente, también tiene las mismas penas máximas». El funcionario fue categórico y afirmó que el castigo máximo por distraer con dichos dispositivos a los pilotos es la pena de muerte.
Los castigos menos severos incluyen una multa de hasta 40. 000 baht (1.253,20 dólares) o una sentencia de cárcel de hasta 20 años: «La pena para cualquier persona que no cumpla con este reglamento incluye la pena de muerte, una cadena perpetua o una pena de prisión de entre cinco a 20 años, según la Ley de Aviación Aérea de 1978», aclaró el director del Aeropuerto Internacional de Phuket.
Por último, señaló que no sólo lo hace por la seguridad de los pilotos, sino también por los mismos turistas: »La gente necesita mantenerse alejada del área restringida. Queremos evitar que cualquier objeto desconocido o material dañe a las personas, o incluso que su audición sea dañada por el ruido de los motores de la aeronave».