Debido a la suspensión de vuelos por el cierre de las fronteras ante la pandemia del coronavirus (Covid-19), el concesionario Lima Airport Partners (LAP) ha planteado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) postergar la construcción del nuevo terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, cuya licitación de obras debía entregarse en el tercer trimestre del presente año.
“Con relación al ‘paquete tierra’, hemos presentado una propuesta al MTC -que ellos están evaluando- para postergar estas obras. Me explico: nosotros veníamos ejecutando este plan de ampliación del Jorge Chávez antes de la crisis que ha provocado el Covid-19 en todo el mundo. Una crisis que nadie, en ningún sector económico, ha podido predecir. Eso significa que se trata de un motivo de fuerza mayor que nos obliga a replantear estos trabajos. La razón es el notable decrecimiento en el tráfico de pasajeros que experimentaremos a corto y mediano plazo”, explicó Juan José Salmón, gerente general de LAP.
Según cifras de Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), de enero a febrero, antes de la emergencia del Covid-19, el primer terminal aéreo del país registró en el ámbito doméstico 2,45 millones de pasajeros en esos dos primeros meses, lo que significó un incremento de 21% sobre el mismo periodo de 2019. Pero ese prometedor despegue lo cortó de un solo golpe el coronavirus, reduciendo a 1% la actividad en sus instalaciones.
Consultado por El Comercio sobre las nuevas proyecciones para el cierre de este 2020, Salmón dijo que no se puede hablar de cifras concretas porque ni siquiera sabemos cuándo se reiniciarán los vuelos, al menos en el ámbito doméstico.
“Pero estamos proyectando distintos escenarios para lo que sería este año, y creemos que podríamos terminar con un rango que va de los 7 millones de pasajeros a los 10 millones, hasta diciembre. Eso significa que nos moveríamos entre el número de usuarios que tuvimos entre el 2007 y el 2010, respectivamente. Así, retrocederíamos por lo menos una década. Vale recordar que terminamos el 2019 con 23,6 millones de viajeros atendidos en nuestras instalaciones”, comentó el ejecutivo.
En tal sentido, dijo que LAP ha propuesto retomar los trabajos del nuevo terminal de pasajeros cuando el aeropuerto alcance nuevamente los 18 millones de viajeros; es decir, cuando llegue al nivel de operación registrado en 2016. “Es importante que veamos esta situación de una manera holística y que tomemos en cuenta que es una situación de fuerza mayor que nadie había previsto. Además, no hay que perder de vista que la industria aérea es muy resiliente”, expresó.
“Se trata de una ampliación valorizada en US$1.500 millones. No estamos pidiendo la anulación de las obras, sino una reprogramación considerando la coyuntura de fuerza mayor que nos ha tocado vivir. Ninguna de nuestras medidas propuestas al MTC implican exonerarnos de nuestras obligaciones”, manifestó el ejecutivo a El Comercio.
¿Qué otras medidas han solicitado al gobierno? “Estamos pidiendo, por ejemplo, que se difieran algunos de los pagos que entregamos al Estado hasta el 2023, debido, precisamente, a que nuestro tráfico de pasajeros ha sido sumamente afectado. Recordemos que, en nuestros 19 años de concesión (desde el 2001) hemos aportado al país US$3.245 millones, entre impuestos, tasas regulatorias, retribuciones a Corpac, aportes para la financiación de mejoras en los aeropuertos regionales, e inversiones en el Jorge Chávez”, agregó Salmón. Aún esperan respuesta del Ejecutivo.