El gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo, criticó la administración del Ministerio de Cultura en torno a la gestión de Machu Picchu, calificándola de “inadecuada”. Se mostró a favor de incrementar el aforo, pero conservando el patrimonio.
Las declaraciones surgieron luego de que el Ministerio de Cultura estableció en 5,600 el máximo de visitantes por día que podrá recibir la ciudadela inca durante la temporada alta de 2025, lo cual ha generado controversia entre un sector del empresariado turístico que pide la ampliación del aforo.
“El Ministerio de Cultura tiene una administración inadecuada de Machu Picchu”, señaló Salcedo, cuestionando la falta de coordinación con las autoridades regionales y locales para implementar medidas que armonicen el desarrollo turístico con la conservación del sitio arqueológico.
Según el gobernador, no se está aprovechando el potencial de la región como motor económico nacional ni se están garantizando estrategias sostenibles a largo plazo.
Sostuvo que, si bien el aumento del aforo de Machu Picchu podría beneficiar al turismo local, es necesario que las decisiones se enmarquen en una estrategia de conservación a largo plazo y se gestionen de manera transparente.
“Lo que no se tiene es la adecuada planificación y lo que corresponde para poder tener a los visitantes en los diferentes circuitos. Hay diferentes ingresos, pero el Ministerio de Cultura se cierra. Y no es fruto del actual ministro, ni del anterior. Este tema ya lo discutimos como si fuera algo cotidiano. ¿Saben en qué se están convirtiendo los ministerios y el gobierno central? De lo que es un pulpo, hoy se está convirtiendo en una anémona. Ya no tiene cerebro, ya no tiene la capacidad de administrar bien”, manifestó Salcedo en entrevista con RPP.
“Lo que me parece bien es que sí se incremente [el aforo], pero que también se cuide la ciudad. Y esa discusión es la que no se quiere tener, la que no se da en el Ministerio de Cultura”, agregó.
Por su parte, el Ministerio de Cultura ha defendido el incremento del aforo como una medida excepcional para atender la demanda de turistas en la temporada alta, subrayando su compromiso con la preservación del sitio arqueológico.
