Un proyecto que promete mejorar la conectividad de Lima ha desatado una polémica debido a los altos costos asociados a una supuesta “donación” de vagones y locomotoras desde Estados Unidos.
Según un acuerdo firmado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y la operadora estadounidense Caltrain, la capital peruana desembolsará más de US$ 24 millones para adquirir y trasladar el material ferroviario destinado al Tren de Cercanías Lima (Desamparados) – Chosica.
Aunque el convenio ha sido presentado como una donación por Caltrain, los documentos oficiales del Acuerdo de Concejo Nº 419 revelan que Lima deberá pagar US$ 7.5 millones dólares por 20 locomotoras EMD F40PH-2, 93 vagones galería y repuestos. Además, el municipio asumirá los costos logísticos de desmontaje, transporte y montaje, que sumarían otros 17 millones de dólares.
El gasto total, que asciende a 24.502.915 dólares, ha generado críticas por su aparente contradicción con la idea de una “donación”. Diversos sectores cuestionan la transparencia de la operación y señalan posibles sobrecostos en el traslado del material ferroviario, que actualmente opera en el Área de la Bahía de San Francisco, California.
¿DONACIÓN O COMPRA DISFRAZADA?
La controversia radica en que, a pesar de que el convenio es presentado como un acto de generosidad por parte de Caltrain, la Municipalidad de Lima deberá desembolsar millones no solo por el material, sino también por los costos asociados al traslado desde Estados Unidos.
Los cuestionamientos apuntan a que esta operación podría ser vista como una compra disfrazada bajo el término “donación”.
El material ferroviario incluye locomotoras y vagones con décadas de uso. Según expertos, aunque estos equipos podrían funcionar con un mantenimiento adecuado, no están diseñados para los estándares modernos de transporte urbano, lo que podría implicar más costos a futuro.
POLÉMICA EN TIEMPOS DE AUSTERIDAD
En un contexto de restricciones presupuestarias y necesidades urgentes en sectores como salud y educación, el elevado costo de este proyecto ha causado indignación entre ciudadanos y analistas. “Esto no es una donación, es una compra maquillada que pone en duda las prioridades de la gestión municipal”, señaló un experto en infraestructura.
Por su parte, la Municipalidad de Lima defiende el acuerdo argumentando que el Tren de Cercanías beneficiará a 130.000 pasajeros diarios y aliviará la congestión en distritos como Lurigancho-Chosica, Chaclacayo y Ate Vitarte.
Sin embargo, la falta de claridad sobre los términos del convenio y los altos costos asociados han sembrado dudas sobre la transparencia de la gestión edil. Organizaciones civiles han exigido explicaciones detalladas y una auditoría independiente para determinar si la operación realmente responde al interés público o si hay irregularidades que deban investigarse.