Un grupo de turistas mostraron un comportamiento irresponsable al ingresar ilegalmente a bañarse en las lagunas del Parque Nacional Huascarán en Ancash.
Las autoridades ambientales regionales, que ya han expresado su preocupación, advierten que más de 30 especies asociadas a estos cuerpos de agua pueden verse severamente afectadas por la contaminación.
Además del impacto ambiental, esta práctica representa un peligro mortal para los propios bañistas, ya que las lagunas de origen glaciar presentan temperaturas extremadamente bajas capaces de generar cuadros severos de hipotermia.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) ha documentado recientemente más de veinte casos de violaciones a estas zonas calificadas como intangibles. Esta práctica indebida, que a menudo es grabada y difundida a través de redes sociales, se ha detectado principalmente en espejos de agua emblemáticos como las lagunas Parón y 69.
Más allá de la infracción administrativa, el Sernanp advierte que sumergirse en estas aguas de origen glaciar conlleva un alto riesgo para la salud humana.
Selwyn Valverde, especialista del parque, precisó que los visitantes, «en su afán de aventura», ignoran que las bajas temperaturas del agua pueden desencadenar cuadros severos de hipotermia y problemas cardiovasculares en cuestión de minutos. Además, el contacto directo expone a los bañistas a bacterias desconocidas propias de estos ecosistemas de altura, para las cuales el sistema inmunológico no siempre está preparado.
Ante este escenario, las autoridades han exhortado enérgicamente a las agencias de turismo y a los guías de montaña a reforzar su rol preventivo y de autoridad. El Sernanp exige que se oriente correctamente a los visitantes sobre la prohibición explícita de ingresar al agua, recordando que el respeto a las normas de conservación es la única vía para garantizar que el patrimonio natural de Áncash perdure para las futuras generaciones.








