Pues estimo que las entidades se absorben con su presupuesto y personal permanente, y si fuera así habría que ver si se respetaría la asignación sectorial dentro de Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) o se haría una bolsa común donde, por el poco peso que tiene el turismo en las decisiones políticas, terminaría recogiendo migajas.
Pero aquí me nace una pregunta.
¿Será que el Congreso, para financiar ANIN, ha visto el Fondo de Promoción Turística, y su incremental futuro por apuestas electrónicas, como una fuente constante e interesante?
Si fuera así, cosa que pienso conociendo a este Congreso negociante, el turismo en el Perú está en grave peligro, no por la desaparición del Plan Copesco Nacional, sino más bien por el recorte a PromPerú y la pérdida de recursos.
La salida más inteligente sería que el Fondo tenga un nuevo sentido y sería convertirlo en una institución adscrita al Mincetur que financie (pero no ejecute) proyectos de regiones siguiendo los lineamientos y prioridades que defina el Mincetur, dándole mayor capacidad operativa a las regiones en materia de turismo y evitando que esa plata se desvíe o se diluya. ¿Llegó la hora del FONTUR?
Ojalá los gremios sigan defendiendo la sensatez, y el gobierno entienda que el turismo necesita ser reforzado, no destruido.
Lamentablemente “Torpesco” (como siempre le llamé por su torpe intervención) no contribuye ni mínimamente a una defensa de su labor, y por el contrario, muestra al turismo como sector despilfarrador y deficiente.
Antes de terminar veo una oportunidad, y aquí debemos empujar en el caso que el fondo termine financiando a ANIN, y es exigir proyectos integrales para el turismo, que incluyan carreteras, seguridad en salud e interior, y obras funcionales de infraestructura turística, con metas en capacidades, gobernanza y promoción para espacios más grandes que solo un recurso o atractivo.
Fernando Vera Revollar
Experto en desarrollo turístico y consultor en turismo
