
El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) afirmó que todavía existen oportunidades de mejora previo al inicio oficial de operaciones del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
“Estamos en esta etapa de marcha blanca en la que se deben corregir esas imperfecciones o errores”, afirmó la presidenta ejecutiva de Ositrán, Verónica Zambrano, en diálogo con RPP.
Una de las principales observaciones del organismo regulador es respecto a la señalética, pues consideró que se pueden implementar más avisos o carteles que puedan guiar a los usuarios con facilidad por el nuevo aeropuerto.
“Nosotros estamos permanentemente en la instalación y hemos notado que hay algunas cosas por corregir, principalmente hemos hablado del tema de la señalética porque es importante que en un recinto tan grande las direcciones, los anuncios de por dónde ir, tanto de manera vehicular como ya estando en el mismo terminal, sean adecuadas. Creemos que falta señalética”, apuntó Zambrano.
Otro punto es referido al aseo de las instalaciones. “También hay cosas por mejorar como la limpieza, de repente hay partes que no deberían estar como las que hemos detectado”, añadió tras mencionar que se enviará una comunicación al concesionario Lima Airport Partners (LAP) con dichas observaciones.
Pese a lo mencionado, la presidenta de Ositrán aseguró que el “aeropuerto ya está listo”, por lo que ahora se está trabajando en la parte operativa que implica “una serie de esfuerzos de parte del concesionario para atender a los usuarios de manera que reciban un buen servicio”.
“El hecho de que estemos en una marcha blanca en la que todavía sigue funcionando el antiguo terminal hace que tanto autoridades como el mismo personal de LAP esté dividido”, comentó.
Otro tema que expuso Zambrano como preocupación es el de la congestión vehicular que se ha notado en las calles por los que los vehículos deben transitar previo a su llegada al nuevo Aeropuerto Jorge Chávez.
“Esa preocupación la hemos tenido desde el inicio. Como Ositrán, nosotros regulamos de la puerta de entrada para adentro, pero somos conscientes que la experiencia empieza desde afuera y hemos visto que hay un colapso en el tránsito por la cantidad de curvas para llegar. No supervisamos este tema pero sí expresamos nuestra preocupación”, alegó.
Sobre un posible ingreso peatonal, que también ha sido considerado por algunos usuarios como una preocupación, la presidenta de Ositrán explicó que la estructura del aeropuerto no permite este tipo de acceso, aunque cuestionó que exista una distancia muy larga desde la puerta de entrada hasta el terminal a pie.
“Tal como está estructurado el nuevo aeropuerto, también es cierto que aún entrando por la puerta caminando, para llegar al terminal son 2 kilómetros aproximadamente. Es la misma estructura del terminal, creo yo, que impide un ingreso como el del actual terminal”, replicó.
Además, reveló que el Puente Santa Rosa y el viaducto que se están haciendo, que serán las vías de acceso oficiales al nuevo aeropuerto más adelante, sí contemplarían un paso peatonal.
“El Puente Santa Rosa y el viaducto que se están haciendo van a estar listos para inicios del 2029 como fecha máxima, de repente están antes. Sí contemplan la posibilidad de una vereda, es de lo que nos hemos podido enterar, pues una respuesta oficial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) no hemos obtenido, pero entendemos que el proyecto original sí permitía el ingreso [peatonal]”, puntualizó.
Sobre los recientes cuestionamientos del congresista Alfredo Azurín al trabajo de seguridad que realizará la Policía Nacional del Perú (PNP) dentro del nuevo aeropuerto, Verónica Zambrano indicó que en el contrato de concesión de LAP no estaba contemplado construir una comisaría. Sin embargo, la concesionaria del aeropuerto decidió brindarles un espacio para ello aunque mencionó que se encontraría algo lejano al terminal.
“Lo que ha hecho LAP es hacer una comisaría, que no está establecido en el contrato, que se lo ha entregado a la Policía Nacional del Perú y que tiene más o menos 1,900 metros cuadrados. Sin embargo, efectivamente está fuera del terminal, a 10 cuadras más o menos. Sí entendemos que la Policía tiene necesidades dentro del terminal y ahí es donde los espacios son reducidos”, mencionó.
A su criterio, se podría dialogar para llegar a un acuerdo que beneficie tanto a la PNP como a la ciudadanía en general.
“Primero la Policía Nacional debe entender que no hay una obligación de la empresa de darles el espacio y segundo que la empresa debe comprender que hay una necesidad de la Policía. Entonces que lleguen a un acuerdo que puede que no sea el óptimo para la Policía, pero de repente sí soluciona su problema”, dijo finalmente.