La Comisión Europea (CE) definió el viernes una larga lista de países cuyos ciudadanos no podrán ingresar al viejo continente cuando abra sus fronteras al turismo exterior, a partir del 1 de julio, por considerarlos no seguros en relación al nuevo coronavirus, informaron fuentes del organismo con sede en Bruselas.
La lista incluye a países que habitualmente mantenían un significativo intercambio de viajeros con Europa, como Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Singapur, México, Brasil, Perú, Chile y Argentina, adelantaron voceros a medios internacionales.
En el caso de países como Argentina, donde algunas aerolíneas anunciaron que reiniciarán los vuelos con Europa desde julio (caso KLM y Air France), sólo podrán trasladar pasajeros europeos o con doble nacionalidad y extranjeros con visa de trabajo o estudio, no turistas.
La nómina de países vedados, indicaron la fuentes de la CE, será muy extensa y quedará un selecto grupo, mediante un criterio basado en permitir el acceso sólo a los países que registren menos de 20 nuevos casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes en un período de 14 días recientes.
Europa blindó sus fronteras exteriores el 16 de marzo último, con acuerdo pleno de los países socios de la CE, pero en la selección de países aprobados o vedados existen diferencias entre los miembros comunitarios, debido a las relaciones particulares e intereses que cada uno mantiene con diversas regiones, continentes o puntualmente países en estudio.
Si bien “los criterios se centrarán en la circulación del virus”, según lo expresado por un vocero diplomático a la cadena CNN, también pesan en las negociaciones los vínculos bilaterales.
De todos modos, según lo adelantado por las fuentes, la lista será tan extensa que difícilmente alguno de los países excluidos pueda sentirse discriminado o afecte de manera particular a un solo estado europeo.
El largo debate de este viernes apunta a lograr consenso, para evitar que algunos países reabran sus fronteras de manera unilateral, ya que las decisiones de la CE no son de cumplimiento obligatorio por sus socios.
Una decisión de este tipo podría llevar a los países vecinos a cerrar sus fronteras dentro de la Comunidad Europea, lo que impediría continuar con las decisiones en bloque.