
El verano en Perú presenta dos factores naturales que afectan directamente el flujo turístico hacia Cusco:
Preferencias estacionales de los turistas locales y regionales:
Los peruanos –quienes representan una parte importante del turismo nacional a Cusco– así como los turistas latinoamericanos, suelen aprovechar esta temporada para vacacionar en la costa, buscando sol y playa. Esto reduce significativamente el número de visitantes hacia destinos andinos como Cusco.
Impacto de las lluvias:
Para otro segmento de turistas que no busca playa, las lluvias propias del verano en Cusco representan un factor de riesgo o incomodidad, lo que también disuade su visita.
A pesar de estos retos naturales, hay dos grupos estratégicos que pueden contribuir significativamente a sostener la economía turística de la región en esta temporada:
- Turistas peruanos y latinoamericanos que, con una oferta atractiva y tarifas preferenciales, podrían considerar Cusco como un destino alternativo al verano tradicional de playa.
- Turistas del hemisferio norte, especialmente de Estados Unidos y Canadá, que buscan escapar del invierno y disfrutan del clima más templado de los Andes peruanos durante sus vacaciones.
Aquí es donde la no venta anticipada de entradas a Machu Picchu genera un impacto crítico.
Los turistas internacionales –especialmente del hemisferio norte– suelen planificar sus viajes con al menos 3 a 6 meses de anticipación, y algunos incluso con un año o más. Si no encuentran entradas disponibles para Machu Picchu al momento de organizar su viaje, simplemente descartan Cusco como destino.
Incluso algunos que deciden venir “arriesgándose” a conseguir entradas al llegar, terminan perdiendo valiosos días buscando boletos sin éxito. Esto no solo arruina su experiencia, sino que además genera comentarios negativos sobre el destino cuando regresan a sus países.
Por ello, es fundamental asegurar la venta de entradas a Machu Picchu de forma continua y anticipada durante todo el año.
Esto no solo favorece la toma de decisiones de los viajeros, sino que también ayuda a combatir prácticas informales o irregulares en la venta de boletos. Su implementación beneficiará directamente a miles de familias en Cusco —hoteleros, artesanos, guías, transportistas, agricultores, operadores turísticos y otros— que dependen del turismo como principal fuente de ingresos.
Su apoyo será invaluable para reactivar y fortalecer el turismo en nuestra región.
Víctor Manuel Chávez Rodríguez
Director de Turismo de la Cámara de Comercio del Cusco