El general FAP en situación de retiro, Alberto Thorndike, ratificó su oposición a la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero, en Cusco, pues considera que esta obra a 3,720 m.s.n.m. es “peligrosísima” para la operación aerocomercial, tal como quedó evidenciado en el vuelo de validación realizado en 1987 y su posterior y “lapidario” informe.
En ese sentido, dijo que debería efectuarse una prueba similar antes de licitar el proyecto e invitó cordialmente al presidente de la República, Martín Vizcarra, y a gobernadores, funcionarios y promotores del aeropuerto de Chinchero a formar parte de este vuelo de validación, “con el mejor piloto comercial en vigencia y 200 pasajeros, a peso real”.
Thorndike es recordado en la FAP como guía de los “4 Aces”, la escuadrilla de alta acrobacia aérea. El veterano piloto de combate fue miembro del directorio de Corpac en la década de 1980, y en 1987, a bordo de un Boeing 727-100 de Aeroperú, cumplió con realizar el vuelo de validación sobre el actual escenario del proyecto, como observador.
“La FAP instaló, previamente, en tierra, las necesarias radioayudas portátiles para la guía de la aeronave en su vuelo de precisión, y pintó una raya blanca con cal, marcando la trayectoria de la hipotética pista de aterrizaje”, narró el piloto, en declaraciones a la revista Caretas.
“El Boeing era un trimotor, con dos motores, uno en cada ala y el tercero en la cola. A bordo íbamos solo ocho pasajeros, incluidos los diputados de la comisión investigadora del caso Chinchero de la Cámara de Diputados. Se realizó el simulacro de aterrizaje, pero al momento de reatacar solo con los dos motores, el avión no subía. ¡No subía!”, recordó Thorndike, al señalar que hubo necesidad de encender el tercer motor para sacar al avión del peligro.
“El procedimiento de emergencia debe ser validado en vuelo real por las autoridades durante la planificación de un nuevo aeropuerto, según la normativa técnica vigente, nacional y de la OACI (la Organización de Aviación Civil Internacional). Si no ofrece garantía de seguridad operacional, los operadores descalifican al aeropuerto. Quien manda es el piloto de la aeronave, no el presidente de la República”, expresó.
Según Caretas, el inolvidable vuelo de validación sirvió para elevar un lapidario informe en contra del proyecto, que no fue el primero, ni el único. Además, sostiene que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha expresado su sorpresa de que los “usuarios” –es decir, las aerolíneas– no hayan sido aún consultados por los proyectistas.
*Lee los artículos de Caretas sobre el tema, en los siguientes links:
Chinchero: Alberto Thorndike invita al presidente y otros funcionarios a vuelo de «validación»
Aerolíneas aún no aprueban los procedimientos de vuelo del futuro aeropuerto de Chinchero