El Cuarto del Rescate de Cajamarca reabre sus puertas de manera presencial este miércoles 16 de junio, con visitas gratuitas previa reserva en el enlace: http://bit.ly/CMBelen
Las visitas se realizarán en grupos de cinco personas, incluyendo el guía u orientador, de martes a sábado de 9.30 a.m. a 2.30 p.m., siendo el último ingreso a las 1.30 p.m.
De esta manera, el Ministerio de Cultura, culmina la habilitación de infraestructura turística para poder adecuar la visita presencial considerando el cumplimiento de protocolos de seguridad ante la COVID 19.
La visita al Cuarto del Rescate forma parte del circuito turístico del centro histórico administrado por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cajamarca, cuya duración es una hora aproximadamente.
El recorrido inicia en el Conjunto Monumental Belén, ingresando por la Iglesia Belén; posteriormente continúa en el Museo Temporal de los 40 años de investigaciones de la misión japonesa montada en el Ex Hospital de Varones. En seguida, se visita el Museo Arqueológico y Etnográfico ubicado en el Ex Hospital de Mujeres; y finalmente los visitantes se desplazan al Cuarto del Rescate, localizado a una cuadra de distancia.
El Cuarto de Rescate es la única huella notable que subsiste del imperio inca en la Zona Monumental de Cajamarca, recinto cuyas dimensiones son 11.80 m. de largo, por 7.30 m. de ancho y 3.1 m de alto.
Además, representa el símbolo del encuentro entre dos culturas, lugar donde se acumuló el rescate considerado más caro de la humanidad, traído a Cajamarca desde diferentes partes del Imperio. El Inca Atahualpa estuvo preso del 16 de noviembre de 1532 al 26 de julio de 1533, fecha en la que se presume, fue ejecutado por los españoles, a pesar de haber pagado el rescate ofrecido.
PROTOCOLO SANITARIO
En el recinto del Cuarto de Rescate, se ha realizado un proceso de desinfección y mantenimiento de la estructura pétrea, así como la habilitación turística de lugares arqueológicos y sitios históricos, con el objetivo la proteger a los visitantes y trabajadores.
Los trabajos se realizaron respetando la integridad del monumento, considerando el mayor cuidado con el sitio arqueológico, siendo una estructura completamente reversible, sobrepuesta y funcional; y logrando la adecuación a la pendiente mediante desniveles.
De este modo, los turistas que ingresan al recinto tendrán un único circuito que evite la interacción con los turistas que salen, garantizando el debido distanciamiento entre personas.