Al cumplirse un mes del sensible fallecimiento de Ricardo Acosta, recordado presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), se ofició una misa en la Iglesia Santa María Reina de San Isidro, con la asistencia de sus familiares directos, representantes del sector turismo y compañeros de promoción del colegio Santa María, donde cursó su educación escolar, entre otros.
Durante la ceremonia se destacaron las cualidades personales del desaparecido titular de Apavit, el legado que deja a la institución y su esfuerzo por contribuir al desarrollo de la actividad turística en el país.
Uno de sus compañeros de promoción lo describió como una persona honesta y con un humor contagioso.
“En su vida profesional, nunca perdió su sencillez y, para los que lo llegamos a conocer, simplemente era Ricky”, indicó.
Agregó que estaba convencido de que el crecimiento planificado del turismo traería desarrollo y bienestar al Perú.
“Prueba de ello es que, junto a un grupo de excelentes profesionales, convirtió a Apavit en un referente nacional para el progreso del turismo”, subrayó.
Ricardo Acosta, descansa en paz.








