Mientras que Peruvian Airlines trata de retomar sus operaciones, las demás aerolíneas que operan en el mercado doméstico no pierden tiempo y han solicitado a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) el incremento de sus frecuencias, principalmente a en las rutas que han quedado desatendidas.
Viva Air confirmó al diario El Comercio que aumentarán frecuencias a raíz del caso Peruvian y que terminarán el año incorporando su avión número 15 a su flota local, de los 50 que esperan tener aquí para el 2023.
Por su parte, el gerente general de Sky Airline, José Raúl Vargas, reveló que ya han pedido a la DGAC los permisos para volar a los destinos que han quedado desatendidos; previendo que unos 100 mil pasajeros se queden ‘en el aire’ hasta diciembre.
“Haremos el esfuerzo para adelantar la llegada de dos aviones A320 NEO y, con ellos, superar la proyección de transportar a 900 mil pasajeros este año”, precisó el ejecutivo. Sky también aprovechará para lanzar su negocio de transporte de carga, mercado en el que Peruvian tenía el 12% de participación.
En el caso de Star Perú, su gerente general, Carlos Carmona, dijo que, tras la salida de LC Perú y ahora de Peruvian, la guerra de tarifas económicas va a continuar y seguirá impactando en la caja de las líneas aéreas.
“Nosotros no vamos a caer en eso y seguiremos concentrándonos en nuestro nicho de mercado [2,2% entre enero y julio de este año]. Ya vimos lo que pasó con LC Perú, que raspó el 10% y mira cómo terminó”, comentó.
Igual, eso no quita que Star Perú incremente un vuelo a Tarapoto desde el lunes y otro a Pucallpa desde el próximo lunes (ambos, destinos que atendía Peruvian, que, además, fue su socia comercial hasta hace dos semanas). Carmona deja un número en el aire: “El año pasado, Peruvian alcanzó el 13,8% de ‘market share’, con 1,7 millones de pasajeros”.
Frente a este escenario, Patrik Frykberg, experto en seguridad aérea, hizo énfasis en la necesaria eficiencia que requerirán las líneas locales para competir sin morir desangradas. “Por ejemplo, Peruvian tiene aviones cuya edad promedia los 20 años. LC Perú andaba en las mismas; con esas flotas no se puede cobrar igual o menos que una empresa que tiene naves nuevas, a menos que se invierta fuerte en su mantenimiento”, refirió el especialista.
De no haber cambios que busquen optimizar la operación, “el mercado se reordenará nuevamente”, dijo Frykberg, quien advirtió: “las auditorías operacionales y financieras a las aerolíneas también deben ser más rigurosas, porque las ineficiencias provocan que se rompa la cadena de seguridad de los vuelos y eso es mortal”.