Visa para turistas mexicanos: cuando el “orgullo diplomático” pesa más que el turismo [EDITORIAL]

Las malas relaciones entre Perú y México han pasado el límite de lo diplomático y ahora están afectando a un sector primordial para ambos países como el turismo.

La exigencia mutua de visa para los ciudadanos es un tema que ya se veía superado, pero vuelve a poner trabas al flujo de visitantes en momentos en que organismos internacionales, como ONU Turismo e IATA, recomiendan mayor apertura de las fronteras.

Pero más allá de que México argumente de que se trata de una medida para frenar la inmigración ilegal y que Perú actúe en reciprocidad, el fondo del asunto es meramente político, resultado de los desencuentros que han tenido en el pasado los presidentes Manuel López Obrador y Dina Boluarte.

Ante los hechos vale preguntarse: ¿Quién pierde más con esta medida? Por lo menos en el sector turismo, Perú es el más perjudicado ya que imponer una visa a los turistas mexicanos es ir en contra de la ansiada recuperación turística. El sector sigue estancado después de la pandemia.

México es el noveno mercado emisor de turistas para el Perú y no podemos darnos el lujo de perderlos, como sí puede hacerlo el país azteca ya que los viajeros peruanos están por debajo del puesto 10 en su ranking turístico y ellos viven principalmente del mercado norteamericano.

El turismo peruano necesita recuperar cuanto antes las cifras prepandemia y el “orgullo diplomático” está frenando el coche. Porque, a estas alturas de la vida, levantar la bandera de la reciprocidad no es otra cosa que un “orgullo diplomático” mal aplicado en este caso.

Porque si aceptáramos las razones del gobierno peruano, léase Ministerio de Relaciones Exteriores, tendríamos entonces que exigir -por reciprocidad- visa a los turistas estadounidenses, canadienses, chinos y japoneses. Lo cual sería una locura.

Y el turismo mexicano es significativo para nosotros. Según Apotur, la exigencia de visa ocasionaría que el flujo de visitantes provenientes del país azteca se reduzca hasta en 70%, generando pérdidas por hasta US$ 250 millones por concepto de hospedaje, alimentación, guías turísticas, entre otros.

La nueva ministra de Comercio Exterior y Turismo, Elizabeth Galdo, inaugura su gestión con un reto enorme: convencer a Cancillería que dé marcha atrás y suprima la visa para los mexicanos, tal como lo vienen reclamando todos los gremios del sector que ella representa. Será su prueba de fuego y veremos su talante.

Saludos.

Juan Carlos Castro

Director General

Turiweb


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