En medio de una crisis financiera, South African Airways (SAA) canceló alrededor de 38 vuelos nacionales e internacionales para ahorrar liquidez, mientras espera que el gobierno sudafricano le otorgue una inyección de emergencia que la salve de una eventual quiebra.
La mayoría de las cancelaciones son trayectos nacionales, con rutas entre Johannesburgo, Ciudad del Cabo y Durban (las principales urbes del país), pero también hay una ruta internacional afectada que conectaba Johannesburgo y Múnich.
Esta medida forma parte de una estrategia responsable ejecutada por SAA para no “quemar efectivo” y así poder optimizar su operación para no ir a la bancarrota, en tanto llegue la inyección de capital en un corto tiempo.
La aerolínea sudafricana también aseguró que va a reubicar a los pasajeros que se han visto afectados con la suspensión de sus vuelos, aunque no descartó nuevas cancelaciones para los próximos días.
Sobre esta situación, un alto funcionario del partido gobernante del Congreso Nacional Africano (ANC) señaló que South African Airways (SAA), fuertemente endeudada, debe ser retenida como una aerolínea nacional, pero necesita una reestructuración sustancial.
SAA se está quedando sin efectivo después de que el gobierno no pudo proporcionar 2.000 millones de rand (US$ 138 millones) de fondos de emergencia que prometió cuando la aerolínea entró en una forma de protección por bancarrota el mes pasado.
Los funcionarios del gobierno dicen que todavía quieren dar a SAA los fondos prometidos, pero el ministro de Finanzas, Tito Mboweni, insiste en que la transferencia se realice de una manera que evite aumentar el déficit presupuestario del país.
Se está agotando el tiempo para posibles opciones que incluyen la venta de activos estatales, indicó la agencia Reuters.
“SAA debe mantenerse como una aerolínea nacional, lo que requerirá una reestructuración sustancial. El gabinete debería tomar las decisiones operativas necesarias para lograr esto”, comentó el secretario general de ANC, Ace Magashule.