En los últimos años la conciencia ecológica ha ido cobrando fuerza a nivel global. Los efectos de la contaminación ambiental y el cambio climático han impulsado a la población mundial a tomar medidas para mitigar estos daños, siendo el reciclaje una de las acciones más importantes que se debe promulgar, para generar un cambio significativo en la prevención y cuidado del medio ambiente.
Reciclar, sin embargo, se ha convertido en mucho más que un esfuerzo por reducir nuestra huella ecológica en el planeta; ha pasado a ser una forma de arte gracias a un concepto conocido como el ‘upcycling’, que no es más que el reuso creativo de materiales de desecho u objetos viejos.
Cada día son más las empresas que reafirman su compromiso con el medio ambiente, y si hablamos del sector hotelero, Selina es un ejemplo a destacar.
La cadena hotelera, reconocida como una de las compañías más innovadoras según Fast Company’s 2019, ha demostrado una marcada conciencia ecológica tanto en el proceso de desarrollo de sus propiedades como en sus operaciones, buscando siempre brindar un aporte positivo e involucrar a las comunidades en esta tarea, un ejemplo de esto es el reciclaje.
“Como resultado de esta visión, desarrollamos proyecto tras proyecto de una manera única y creativa, respondiendo al entorno natural y dándole vida a innumerables objetos que habían caído en el olvido o serían descartados”, explica José Luis Escudero, Country Experience Director – Perú.
Desde entonces la inspiración para cada locación nace del workshop en el lugar, donde el equipo creativo propone un concepto y colabora con artistas y artesanos locales para desarrollar el proyecto y crear piezas de mobiliario, luces, murales e instalaciones originales para la nueva propiedad.
“La idea es transmitir a través del arte y de las piezas creativas una conexión con la cultura local y propiciar la fusión con los materiales de la zona, intentando siempre resaltar las infinidades de alternativas que nos propone el diseño sostenible en cualquier lugar del mundo”, indica Navarrete.
De este concepto han nacido piezas icónicas que pueden encontrarse en algunas de sus locaciones de Perú. Por ejemplo, en Selina Arequipa figuran: la Casa en el Arbol, hecha con madera de camas antiguas y metal sobrante de la construcción.
Dicha casa tardó 2 semanas en edificarse y estuvo bajo el liderazgo de la Workshop Manager – Karime Perez (Mexicana). También resalta el Carro con Alas. Un carro comprado de una chatarrería del lugar, el cual se caracteriza porque la parte de las alas están hechas de chapas de latón sobrante de la construcción. Esta iniciativa tuvo una duración de 1 semana y también estuvo a cargo Karime Perez.
Por el lado de Selina Cusco Plaza se creó Good Mood sign hecha con una bicicleta reciclada de una chatarrería local que todos pueden observar dentro de las instalaciones del hotel.
Estos ejemplos destacan la manera cómo Selina convierte el reciclaje en maravillosas obras de arte.
El upcycling es sólo una de las contribuciones de Selina con la disminución de desechos. De igual manera dentro de sus headquarters cada colaborador contribuye con actividades de reciclaje, reducción y reutilización. Separan residuos, realizan una actividad mensual de intercambio de ropa y artículos en buen estado entre los colaboradores, y se han unido a la campaña del no uso de carrizos y utensilios plásticos en cada una de las locaciones de Selina.
Con el programa de Selina Gives Back (SGB), el staff colabora con la comunidad local en la organización de limpieza de playas, calles, recolección de colillas de cigarrillos y constantemente trabajan en idear iniciativas en pro de la conservación de la naturaleza.
“El impacto que tengamos en nuestro ambiente puede ser positivo o negativo, de ti depende qué huella quieres dejar en el planeta tierra, y sobre todo cómo quieres aportar para que tu hogar siga siendo un lugar hermoso. Todos podemos aportar en positivo y eso es lo que queremos impulsar en Selina”, concluyó José Luis Escudero.