El Ministerio de Cultura, conjuntamente con la Policía Nacional de Perú, en una rápida y planificada intervención, lograron retirar plantaciones de frutales que personas desconocidas habían sembrado ilegalmente dentro de los límites del área intangible de la zona arqueológica de Chankillo, en la provincia de Casma en la región Ancash.
En horas de la mañana del día 16 de mayo, llegaron al sector conocido como la “Ex Hacienda”, donde removieron 200 plantones de mango que cubrían aproximadamente 600 metros y que limita además con un cementerio prehispánico.
A principios de mayo especialistas de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ancash detectaron estos sembríos que habrían sido realizados durante el período de estado de emergencia decretado por el gobierno.
Este trabajo de intervención y recuperación también incluyó el retiro de un cerco de palos y alambre de púas, con una longitud de más de 120 metros, ubicados a la altura de los vértices 3 y 4 de la poligonal del área intangible de Chankillo
En esta jornada de trabajo participaron especialistas de la DDC Ancash, acompañados por 40 efectivos policiales de las comisarías de Casma y Chimbote, todos cumpliendo los protocolos de seguridad del estado de emergencia.
Cabe indicar que las áreas donde se ha realizado el sembrío de mangos se encuentran en zonas vulnerables, debido a que colindan con poblados y terrenos de cultivos, donde los pobladores realizan constantes actividades relacionadas con la agricultura.
Se recuerda que, durante este Estado de Emergencia Sanitaria por el COVID-19, el pasado 23 de abril se publicó el Decreto Legislativo N°1467 que refuerza las acciones de preservación del patrimonio. Este Decreto Legislativo faculta a la Policía Nacional del Perú para intervenir y repeler cualquier tipo de invasión en zonas protegidas, sin mediar trámite alguno durante el estado de emergencia, por lo cual se insta a la ciudadanía en general a denunciar cualquier acto que atente contra el patrimonio nacional comunicándose al WhatsApp 976066977.
Chankillo es considerado como el observatorio solar más antiguo de América. Actualmente, dicha zona arqueológica postula para su reconocimiento como Patrimonio Mundial ante UNESCO, por sus excepcionales valores culturales, como una obra del genio creativo de la humanidad.