Tras conocerse la sentencia del Poder Judicial que ordena la demolición del hotel que iba a llevar la marca Four Points by Sheraton Cusco, por haber transgredido las reglas de construcción y afectado el patrimonio de la nación, se han hecho públicas diversas opiniones a favor y en contra de esta medida. Pero ¿qué sucederá finalmente con esta obra que tenía un avance del 90%?
Por un lado, la empresa responsable de la edificación, R&G SAC, rechazó lo expuesto en la resolución judicial argumentando que contaba con todos los permisos, por lo que evalúa impugnar el fallo. Y, por otra parte, la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDCC) dijo que sí o sí se procederá a la demolición del hotel, mientras que Icomos saludó la decisión de la justicia peruana.
Fredy Escobar Zamalloa, director del ente cultural, confirmó que ese procedimiento se hará efectivo luego de que el Poder Judicial notifique sobre el fallo, probablemente en un plazo de 10 días hábiles, tras lo cual elaborarán un expediente técnico para la demolición del hotel ubicado en la calle Saphi, en el Centro Histórico de Cusco.
“Dentro de esa construcción hay elementos líticos, hay muros que debemos cuidar. No es cuestión de entrar con un tractor y demoler…se hace un expediente técnico, se aprueba en una comisión, de inmediato se busca un presupuesto y con eso comenzamos”, señaló.
Para el director de Cultura Cusco, la sentencia del Poder Judicial es un precedente histórico en la defensa y respeto de la cultura y el patrimonio. Escobar Zamalloa, aseguró que con este antecedente no se volverán a cometer excesos.
Dicha opinión es compartida por el comité peruano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), pues sostuvo que dicha decisión judicial marca un hito importante respecto al cuidado del patrimonio nacional.
Mediante un pronunciamiento, Icomos expresó su apoyo a la resolución de la Sala Civil de Cusco, aseverando que la orden judicial se logró luego de un largo proceso, en el que participó la sociedad civil. Consideran que sus observaciones respecto a esta construcción también aportaron en el proceso legal contra el Sheraton.
MÁS OPINIONES
Pese a todo lo expuesto, la inmobiliaria R&G dijo que está claramente comprobado que nunca realizó graves alteraciones y destrucciones de los muros incas y prehispánicos en el proceso constructivo. Sostuvo que todo el proceso constructivo lo realizó con las autorizaciones, permisos municipales y de la Dirección Desconcentrada de Cusco del Ministerio de Cultura.
También aclaró que el fallo judicial no ordena la demolición total del proyecto constructivo, tan solo parte de las obras. El hotel cuenta con siete pisos y dos sótanos, pero la norma solo permite la construcción de dos plantas, lo cual supone que el edificio tendría que ser demolido hasta el segundo piso.
Un dato interesante es que, al ser asociado de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), R&G cuenta con el respaldo de este y otros gremios que representan al sector privado turístico y con cierta influencia en las altas esferas de gobierno.
Sin embargo, la representante de la Comisión de Juristas Contra la Corrupción de Cusco, Tika Luizar, afirmó que la empresa hotelera no puede recurrir a ninguna otra instancia para revertir la destrucción de la obra.
“¿Hay alguna instancia en la que los abogados de esa red hotelera puedan recurrir para revertir la demolición? No. Existe una posibilidad de interponer un recurso de agravio constitucional para que se dirija al Tribunal Constitucional pero esta posibilidad solo está al alcance de la comisión de juristas como demandantes (…) o sea de nosotros y nosotros no lo vamos a hacer. (…) Los demandados, que son la empresa, no tienen esa facultad”, dijo Luizar.
Finalmente, será la Sala Civil de la Corte Suprema de Cusco la encargada de absolver todas las dudas y de precisar la magnitud de la demolición. La semana pasada, el director de Cultura de Cusco, Fredy Escobar, dijo que el Poder Judicial deberá señalar cómo, en qué tiempo y qué cantidad del edificio debe ser desmontado.