La prestigiosa revista National Geographic Traveler colocó a la ciudadela inca de Machu Picchu como uno de los lugares de imprescindible visita este 2020, a la vez que resaltó el enigma que sigue vigente sobre su construcción en el siglo XV.
¿Sitio ceremonial, fortaleza militar o refugio para las élites incas gobernantes? O todo ello. Lo cierto es que su sorprendente y estratégica ubicación en lo alto de una empinada montaña en ceja de selva, rodeada por el turbulento río Urubamba, se presta a la especulación universal, indicó la publicación.
“Los académicos aún se esfuerzan por descubrir pistas sobre los misterios ocultos aquí en lo alto de las laderas orientales de los Andes, cubiertos de bosques tropicales de la cuenca alta del Amazonas. Machu Picchu parece estar en el centro de una red de sitios y senderos relacionados, y muchos puntos de referencia tanto artificiales como montañosos parecen alinearse con eventos astronómicos como la puesta de sol del solsticio. Los incas no tenían lenguaje escrito, por lo que no dejaron constancia de por qué construyeron el sitio o cómo lo usaron antes de que fuera abandonado a principios del siglo XVI”, indica la prestigiosa publicación internacional.
INGENIERÍA DEL PAISAJE
National Geographic Traveler resalta las habilidades de ingeniería del paisaje en Machu Picchu. Los edificios, muros, terrazas y rampas del sitio recuperan el terreno montañoso empinado y hacen que la ciudad se mezcle naturalmente con los acantilados rocosos en los que se encuentra.
“Las más de 700 terrazas preservaron el suelo, promovieron la agricultura y sirvieron como parte de un extenso sistema de distribución de agua que conservaba el agua y limitaba la erosión en las laderas empinadas”, subraya.
Remarca que los logros y las habilidades de los incas son aún más impresionantes teniendo en cuenta que cuando se construyó Machu Picchu, hace unos 500 años, la civilización inca desconocía el hierro, el acero y la rueda. “Aparentemente, su enorme esfuerzo benefició a relativamente pocas personas; algunos expertos sostienen que en Machu Picchu vivían menos de 1,000 personas”, expresa.