En julio del año pasado, en plena crisis del Covid-19, el Gobierno redujo a la mitad la capacidad de carga de Machu Picchu y estableció, por recomendación de la Unesco, un límite máximo de 2,244 visitantes al día, menos de la mitad de los 5 mil turistas que ingresaban diariamente en temporada alta, antes de la pandemia.
Un año después y pese al reclamo de los operadores turísticos, la reducción del aforo prepandemia al 50% sigue vigente y, según fuentes de Turiweb, se mantendrá al menos hasta julio de 2022 por disposición de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDCC), lo cual afectará la ansiada reactivación del turismo en el país.
Al respecto, Enrique Quiñones, presidente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur), lamentó la decisión de las autoridades cusqueñas de mantener la reducción de la capacidad de carga de Machu Picchu, que en años anteriores llegaba a 5 mil turistas diarios en temporada alta y ahora se limitará el ingreso a un máximo de 2,244 visitantes al día.
Dijo que la reducción a la mitad del número de visitas diarias a Machu Picchu, anunciada en julio de 2020, cuenta con el visto bueno de la Dirección Regional de Turismo de Cusco (Dircetur). “Ya se definió que este será el límite máximo de ingresos en el futuro, es lo que está aprobado por la Dircetur Cusco”, manifestó Quiñones en comunicación con Turiweb.
Asimismo, vaticinó que el próximo año, ante la menor capacidad de visitantes a Machu Picchu y en un contexto de reactivación turística, la pugna por reservar boletos de ingreso sería una suerte de ‘carnicería, sobre todo en la temporada alta que va de junio a agosto. Recordó que la ciudadela inca es el atractivo más demandado por los turistas extranjeros.
“El límite para el turismo peruano es el 50% de [las visitas a] Machu Picchu. No habrá realmente un crecimiento pues el principal atractivo ya definió su límite. La situación en plena temporada alta será grave”, advirtió el presidente de Apotur.
Un dato adicional: la reducción del límite de ingresos a Machu Picchu tendrá un impacto económico desfavorable para el país tanto a nivel de turismo interno como receptivo, pues a menor oferta, menores ingresos. Machu Picchu genera ingresos al Estado peruano por US$ 38.5 millones anuales, cifra que caería en más de 50% este año y el próximo por la nueva capacidad de carga aprobada las autoridades de cultura y turismo.
*Lee también: