El Santuario Histórico de Machu Picchu cumple hoy 40 años como área natural protegida por el Estado, creada para proteger una singular biodiversidad, así como un importante conjunto de sitios arqueológicos entre los que destaca la emblemática ciudadela inca, principal atractivo del Perú, patrimonio de la humanidad y una de las siete nuevas maravillas del planeta.
El Santuario Histórico, creado el 8 de enero de 1981, está ubicado en el distrito de Machu Picchu de la provincia cusqueña de Urubamba. Tiene una extensión de 32,592 hectáreas.
Es un área natural protegida de renombre internacional, muy conocida por la presencia de impresionantes complejos arqueológicos incas, así como sitios y monumentos arqueológicos de alto valor histórico-cultural.
Asimismo, el santuario presenta también un importante valor ambiental, con áreas boscosas, montañas escarpadas y picos nevados. Es una zona de interacción entre el dominio andino y el amazónico; y forma parte de una estrecha faja de transición entre ambos ecosistemas. Predomina el terreno de relieve abrupto y de laderas escarpadas.
El Santuario Histórico se encuentra en una zona de características geográficas excepcionales. En él se pueden encontrar desde cumbres nevadas por encima de los 6,000 metros sobre el nivel del mar, hasta la zona más húmeda y caliente del río Urubamba que divide al santuario en dos, formando el cañón de Torontoy, por debajo de los 2,000 metros sobre el nivel del mar. Su fuerte gradiente, acrecentada por el complejo sistema de vientos que propicia, crea microclimas que son fuente de una gran diversidad biológica.
A esta riqueza natural excepcional se le suma la incomparable joya arqueológica de Machu Picchu, lugar que fue declarado como sitio de Patrimonio Mundial Mixto –natural y cultural– por la Unesco en 1983.
El Santuario presenta vegetación tropical en la parte baja del sector oeste, en la cuenca del río Aobamba. Es un ecosistema típico de las llamadas “cejas de selva”, que toman este nombre porque constituyen el último remanente de vegetación nativa en esta área montañosa, y son el límite superior hasta donde llega la vegetación tropical en esta parte de los Andes.
La ceja de selva presenta gran diversidad de especies de flora y fauna, que conjuntamente con los ecosistemas de montaña hacen de Machu Picchu un lugar muy especial.
FAUNA Y FLORA
La más representativa del área incluye al pato de los torrentes, al añuje, la vizcacha, al coatí, al venado de cola blanca, al venado enano, al zorro andino, al puma, al pájaro carpintero, al gallito de las rocas (ave oriunda del Perú), al oso de anteojos, al cóndor andino, y a la nutria americana.
En el sector de Warmihuañusca se pueden apreciar vizcachas y venados, y en algunas oportunidades incluso osos de anteojos.
La flora está representada principalmente por el aliso, el toroc o cético, el cedro blanco, la cascarilla, el pacae blanco, el basul, el pisonay, el chachacomo, el yanay y el laurel. En el abra de Warmihuañusca se pueden observar bosques relictos de unca, queñua y t’asta.
Las orquídeas muestran también niveles excepcionales en el santuario, dado que se han registrado 340 especies, es decir alrededor del 20 % de la variedad total de las 1,700 especies identificadas en el Perú.
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
Dentro del Santuario Histórico de Machu Picchu, además de la imponente y mundialmente conocida ciudadela inca, se sitúan numerosos sitios y monumentos arqueológicos de alto valor histórico-cultural y de renombre mundial, como Inca Raq’ay, lntiwatana, Intipata, Choquesuysuy, Chachabamba, Wiñaywayna, Phuyupatamarca, Sayacmarka, Runkurraq’ay, Wayllabamba, Torontoy, Waynaq’ente, Machuqente, Q’ente, Qoriwayrachiwa, Pulpituyoc, Patallacta y Palccay.
Estos sitios y monumentos están asociados a complejos y sorprendentes sistemas de riego y de andenerías para cultivos y a caminos que los entrelazan, todo lo cual expresa el alto grado de desarrollo de los antiguos peruanos.
MACHU PICCHU CARBONO NEUTRO
La iniciativa Machu Picchu Carbono Neutro comprende una serie de actividades desplegadas desde hace dos años. Una de ellas es la campaña “Un millón de árboles para el Santuario Histórico de Machu Picchu y su zona de amortiguamiento» promovida por el Ministerio del Ambiente y que tiene como reto, al 2021, recuperar espacios degradados en dicho ecosistema. Esta recuperación será equivalente a 779.42 hectáreas.
El proceso de recuperación forestal se realiza con especies nativas vegetales como queñua, chachacomo, tasta, entre otros, en la zona andina; y con aliso, pacaymono, chalanque, incienso, entre otros, en la zona amazónica. Las primeras 100,000 plántulas fueron sembradas en la cuenca del río Salkantay, en enero de este año.
Este proyecto, a cargo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), REI Adventures, Mountain Lodges of Peru y su ONG Yanapana Perú, se desarrolla de manera sostenible y con la articulación de diversos actores de la sociedad civil, principalmente la población que reside en las zonas donde se ejecutará la reforestación.
Otras acciones emprendidas son el manejo adecuado de los residuos sólidos. Para ello se inauguró, en abril de 2019, la Planta de Valorización de Residuos Orgánicos en el distrito de Machu Picchu Pueblo.
La planta tiene la capacidad de procesar cuatro toneladas de residuos y generar biocarbón o carbón vegetal, un fertilizante natural que ayudará a intensificar la productividad agrícola del suelo en la zona.
La infraestructura está constituida por tres máquinas encargadas de compactar, deshidratar y pirulizar o someter a altas temperaturas los residuos orgánicos que se generan en el distrito de Machu Picchu y que representan más del 60 % de los residuos totales generados en esa localidad cusqueña.
La puesta en funcionamiento de la planta de valorización de residuos orgánicos ha sido posible gracias al trabajo articulado del gobierno local, la empresa privada y la sociedad civil que, en el caso de la población del distrito de Machu Picchu ya segrega en 90 % sus residuos sólidos.
Gracias al apoyo de la empresa privada se implementó también una planta compactadora de residuos plásticos que procesa mensualmente 30 toneladas de residuos plásticos y sólidos.
Con esta planta, los residuos plásticos son procesados y reciclados con más velocidad. Después, son transportados al kilómetro 59 de la localidad de Pachar, donde la Municipalidad Distrital de Machu Picchu tiene el punto de transferencia y se comercializa el material compactado.
Esta infraestructura permite impulsar el Plan de Gestión de Residuos y evitar que los desechos que deja diariamente la actividad turística tengan un efecto nocivo en el paisaje y el ecosistema de Machu Picchu, el principal destino turístico del Perú que cautiva al mundo.
“Hoy vemos el resultado de dos años de constante trabajo. Los vecinos de nuestro distrito y el municipio nos pusimos objetivos y los estamos logrando. Es así que queremos ser uno de los distritos del Perú en contribuir con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, expresó Darwin Baca León, alcalde distrital de Machu Picchu.
#40AñosMachupicchu
— SERNANP (@SERNANP) January 8, 2021
?Hoy nuestra Maravilla del Mundo, el Santuario Histórico de Machupicchu cumple 40 años conservando el legado cultural que nos llena de orgullo y un patrimonio natural único en que destacan especies emblemáticas como oso de anteojos y gallito de las rocas.?? pic.twitter.com/zty0Dx9FTK