Creada como área natural protegida el 8 de enero de 1981, el Santuario Histórico de Machu Picchu está ubicado en el distrito de Machu Picchu, provincia de Urubamba, departamento de Cusco. Es el principal atractivo turístico del Perú y recibe cerca de 1.5 millones de visitantes al año, con una tasa de crecimiento de 10%.
Con una extensión de 32,592 hectáreas, el Santuario Histórico de Machu Picchu es atravesado por dos importantes cordilleras del sur peruano: Urubamba y Vilcabamba. En ambas destacan importantes nevados que son considerados “apus” o dioses tutelares desde tiempos ancestrales.
El santuario presenta también un importante valor ambiental, con áreas boscosas, montañas escarpadas y picos nevados. Es una zona de interacción entre el dominio andino y el amazónico; y forma parte de una estrecha faja de transición entre ambos ecosistemas. Predomina el terreno de relieve abrupto y de laderas escarpadas.
Se encuentra en una zona de características geográficas excepcionales. En él se pueden encontrar desde cumbres nevadas por encima de los 6,000 metros sobre el nivel del mar, hasta la zona más húmeda y caliente del río Urubamba (que divide al santuario en dos, formando el cañón de Torontoy) por debajo de los 2,000 metros de altitud. Su fuerte gradiente, acrecentada por el complejo sistema de vientos que propicia, crea microclimas que son fuente de una gran diversidad biológica.
PATRIMONIO MIXTO
A esta riqueza natural excepcional se le suma la incomparable joya arqueológica de Machu Picchu, lugar que fue declarado como sitio de Patrimonio Mundial Mixto –natural y cultural– por la Unesco en 1983. Machu Picchu es sin duda uno de los puntos magnéticos más fuertes de América del Sur y del país.
El Santuario presenta vegetación tropical en la parte baja del sector oeste, en la cuenca del río Aobamba. Es un ecosistema típico de las llamadas “cejas de selva”, que toman este nombre porque constituyen el último remanente de vegetación nativa en esta área montañosa, son el límite superior hasta donde llega la vegetación tropical en esta parte de los Andes. La ceja de selva presenta gran diversidad de especies de flora y fauna, que conjuntamente con los ecosistemas de montaña hacen de Machu Picchu un lugar especial.
FAUNA Y FLORA EXCEPCIONAL
La fauna más representativa del área incluye al pato de los torrentes (Merganetta armata), al añuje (Dasyprocta kalinowskii), a la vizcacha (Lagidium peruanum), al coatí (Nasua nasua), al venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), al venado enano (Mazama chunyii), al zorro andino (Pseudalopex culpaeus), al puma (Puma concolor), al pájaro carpintero (Piculus rubiginosus), al gallito de las rocas (Rupicola peruviana), al oso de anteojos (Tremarctos ornatus), al cóndor andino (Vultur gryphus) y a la nutria americana (Lontra longicaudis).
En el sector de Warmihuañusca se pueden apreciar vizcachas y venados, y en algunas oportunidades incluso osos de anteojos.
La flora está representada principalmente por el aliso (Alnus acuminata), el toroc o cético (Cecropia tacuna), el cedro blanco (Cedrela lilloi), la cascarilla (Cinchona pubescens), el pacae blanco (Delostoma integrifolium), el basul (Erythrina edulis), el pisonay (Erytrina falcata), el chachacomo (Escallonia resinosa), el yanay (Nectandra furcata) y el laurel (Nectandra laurel). En el abra de Warmihuañusca se pueden observar bosques relictos de unca (Myrcianthes oreophylla), queñua (Polylepis racemosa) y t’asta (Escallonia myrtilloides).
Las orquídeas muestran también niveles excepcionales en el santuario, se han registrado 340 especies, es decir alrededor del 20% de la variedad total de las 1,700 especies identificadas en el Perú.
SITIOS ARQUEOLÓGICOS
Dentro del Santuario Histórico de Machu Picchu, además de la ciudadela inca, se sitúan numerosos sitios y monumentos arqueológicos de alto valor histórico-cultural y de renombre mundial, como Inca Raq’ay, lntiwatana, Intipata, Choquesuysuy, Chachabamba, Wiñaywayna, Phuyupatamarca, Sayacmarka, Runkurraq’ay, Wayllabamba, Torontoy, Waynaq’ente, Machuqente, Q’ente, Qoriwayrachiwa, Pulpituyoc, Patallacta y Palccay.
Estos sitios y monumentos están asociados a complejos y sorprendentes sistemas de riego y de andenerías para cultivos y a caminos que los entrelazan, todo lo cual expresa el alto grado de desarrollo de los antiguos peruanos.
(Fuente: Andina)