
Con la norma que aprueba la reanudación de sus operaciones, las líneas aéreas domésticas solo esperan que se anuncie la fecha exacta para el despegue de sus aviones. La medida es aplaudida desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), pero advierte que tomará algún tiempo volver a la normalidad.
“Esperamos con los brazos abiertos el reinicio de los vuelos, con todos los protocolos ya establecidos, que además son similares a los que se han adoptado en el resto del mundo. Estamos listos, en medio de una situación muy crítica, la peor crisis en la historia de la aviación a nivel global”, señaló Peter Cerda, vicepresidente para las Américas de IATA.
El Ministerio de Salud (Minsa) ha dicho que no se restringirán asientos dentro de los aviones, pese a que el distanciamiento social sí es requisito en los aeropuertos y las salas de espera. “Creemos que mantener los asientos libres dentro de las cabinas es la medida correcta. Los protocolos de salubridad son suficientes. Tenemos que aprender a coexistir con la pandemia mientras no se encuentre una vacuna contra el coronavirus”, comentó Cerda.
Dijo que ahora será mucho más seguro volar. Además del uso obligatorio de mascarillas y alcohol en gel, así como la toma de temperatura a los pasajeros, existe garantía en los sistemas de filtración de aire en los aviones que son iguales a los de las salas de operaciones de los hospitales, con una recirculación cada dos o tres minutos.
Sobre lo que debemos esperar en adelante, dijo: “El volumen de los vuelos nacional no volverá a la normalidad hasta finales del 2022, por lo menos, y en el caso de los vuelos internacionales, hasta finales del 2023. Ello, considerando que algunas aerolíneas pequeñas no resistirán, y otras no volverán al país en el corto plazo (como Avianca)”.
“Las medidas de soporte financiero siguen siendo urgentes (para las aerolíneas). La reactivación que veremos será tan sólo al 20% o 30% de la capacidad de las líneas aéreas, por lo que por sí sola no las mantendrá a flote. Hay que tomar en cuenta que en Latinoamérica hemos paralizado nuestras operaciones por más de cuatro meses. En ninguna otra región del mundo ha sido por tanto tiempo. En Europa, por ejemplo, la para duró dos meses. Sin embargo, mientras que a nivel global los gobiernos han prestado US$ 130 mil millones a las aerolíneas, en nuestro continente sólo les han inyectado el 1% de ese monto”, indicó el ejecutivo al diario El Comercio.
“La aviación es fundamental para los países de Latinoamérica y, en el caso concreto del Perú, es un transporte esencial, pues conecta mejor que las carreteras y los ferrocarriles, en medio de una geografía muy complicada. Es, por cierto, la columna vertebral del turismo, que genera 17.500 puestos de trabajo aquí y que ya viene perdiendo más de US$2 mil millones, sólo en el primer semestre de este año”, acotó.