México necesita «urgentemente» la construcción de un nuevo aeropuerto porque, de no hacerlo, su economía podría perder cerca de US$ 20.000 millones, advirtió Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), durante una conferencia de prensa en Panamá.
El representante del sector levantó de nueva cuenta las alarmas por la cancelación del aeropuerto de Texcoco (NAICM), pues dijo: «Es un aeropuerto que teníamos que haber construido hace 20 años y ahora estamos otra vez en el comienzo».
Su afirmación ocurrió un día después de que el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espirú, informara que para la construcción del aeropuerto de Santa Lucía se utilizarían también los recursos del fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, equivalentes a 15 millones de pesos.
Anteriormente, el presidente Andrés Manuel López Obrador había confirmado que ya se había terminado de pagar los compromisos que derivaron de la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Luego de una polémica consulta popular realizada en octubre de 2018, el mandatario mexicano decidió cancelar el aeropuerto de Texcoco (ubicado a unos 34 kilómetros al este de Ciudad de México), y negoció con las empresas afectadas una indemnización.
A pesar de sus afirmaciones, el funcionario del IATA dijo el martes que «el gobierno anterior tomó la decisión, con mucho coraje, de construir un aeropuerto nuevo sabiendo que no iba a estar terminado al final de su mandato. Fue un proyecto que la industria apoyó al 100%».
La obra, cuya inversión ascendía a USD 13.300 millones y estaba considerada el proyecto insignia de la ex administración priista, llevaba más de un 30% de avance.
Tras la cancelación, López Obrador ordenó la rehabilitación del actual aeropuerto de la ciudad y el de Toluca, 70 kilómetros al oeste, y la construcción de un nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía; uno de los proyectos insignia del tabasqueño.
VENEZUELA
Peter Cerdá indicó también que las estimaciones de IATA son que Venezuela seguirá desconectada a nivel aéreo en el futuro cercano.
“No vemos ningún cambio. La situación está empeorando, y las pocas líneas aéreas que quedan operan sin confianza, y tampoco creen que las cosas vayan a mejorar en corto plazo”, puntualizó.
Asimismo, apuntó que para el año 2013 en el país operaban 28 empresas aéreas, peor actualmente son pocas las aerolíneas que prestan servicio para Venezuela y resaltó que Copa es la compañía que permite que el país “todavía tenga algo de conectividad con Latinoamérica”.
“No hay mucha posibilidad de que vuelvan a operar las compañías. El gobierno venezolano todavía tiene una deuda de 4.000 millones de dólares con la industria que no se ha pagado. Y hasta que esto progrese, va a ser muy difícil que veamos una mejora en Venezuela”, añadió.