Dircetur Cusco culpa a comuneros de Vinicunca por malos servicios tras muerte de turista

A raíz de la muerte del turista peruano Rafael Miñano en el cerro Vinicunca, que puso en evidencia la falta de servicios médicos en la famosa la Montaña de Siete Colores, la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) de Cusco emitió un comunicado en el que culpa a los comuneros de la zona por los deficientes servicios que prestan a los visitantes.

Como se sabe, Miñano Calderón (51), natural de Chimbote – Áncash, falleció repentinamente cuando realizaba el ascenso hacia la maravilla natural, en un recorrido turístico cargo de la agencia Jisa Perú.

Si bien se desconocen las causas exactas de su muerte, la Policía investiga si se originó a partir de una dolencia que presentó el turista en medio del circuito, el cual es bastante exigido y puede llegar hasta los 5 mil metros sobre el nivel del mar.

El hecho se registró la mañana del jueves 6 de febrero en el sector conocido como Llaqto, perteneciente a la comunidad campesina de Chillihuani, en el distrito de Cusipata, provincia de Quispicanchi, en la región Cusco.

Allegados al sector turismo denunciaron la falta de atención médica adecuada en el recorrido a la Montaña de Siete Colores; así como abusos por parte de los comuneros de la zona, quienes administran el ingreso y recorrido de los turistas, por tratarse esta de una zona privada.

Este no sería el primer de un turista que halla la muerte camino al Vinincunca, pues en junio de 2018 un visitante coreano falleció a causa de un paro cardio respiratorio.

RESPONSABILIDADES

Sobre este lamentable accidente y ante las críticas por la falta de control y medidas de seguridad para los turistas, la Dircetur Cusco dijo que desde hace tres años ha intentado formalizar los servicios turísticos en Vinicunca, pero las comunidades locales obstruyen dicho proceso.

Mediante un comunicado, la autoridad regional señaló: “Desde el año 2017, la Dircetur Cusco manifestó su voluntad de poder generar un espacio para tratar la problemática suscitada en los distritos de Cusipata y Pitumarca, que se denominó ‘Mesa Técnica de Vinicunca’, mediante la cual se buscaba elaborar las herramientas de gestión necesarias para hacer un adecuado uso de este recurso turístico”.

“Lamentablemente, al pretender oficializar en el año 2019 dicha Mesa Técnica con una Resolución Directoral que permita tomar acuerdos conjuntos con otras instituciones, como son Copesco, Mincetur, Dirección de Recursos Naturales, las Municipalidades de Cusipata y Pitumarca, entre otras, los representantes legales del centro poblado de Chillihuani (Cusipata) y del predio Ccayrahuire (Pitumarca) han remitido cartas manifestando que no participarán de la misma, mientras no se les reconozca como legítimos propietarios de los terrenos ubicados en la base de la montaña donde están asentados”, explicó la Dircetur.

En vista de ello, precisó que los recursos obtenidos por concepto de ingreso a la Montana de Siete Colores son recaudados y administrados por los propios comuneros de Chillihuani, “siendo de su entera responsabilidad los servicios que brindan a los visitantes”.

¿Pero no es responsabilidad de la Dircetur fiscalizar los servicios turísticos en su jurisdicción? Tal parece que, en este caso, le ha resultado difícil imponerse como máxima autoridad del sector turismo en Cusco, como lo reconoce en su propio comunicado:

“Dentro del marco de las funciones de la Directur, se continúan realizando inspecciones a los prestadores de servicios turísticos en dicha zona, a pesar de no tener ninguna facilidad por parte del alcalde de dicho centro poblado. No obstante ello, se solicitará la intervención de la PCM y del Ministerio Público a fin de resguardar la seguridad de los visitantes y mejorar la competitividad turística en la región Cusco”, acotó la entidad regional.



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