El ingreso para visitar la Montaña de Siete Colores –también conocida como Vinicunca– ubicada al sureste de la ciudad del Cusco, ha quedado suspendido hasta nuevo aviso para turistas nacionales y extranjeros.
Esto luego que, tras una asamblea realizada este domingo, la comunidad campesina originaria de Chillihuani, acreditada como propietaria y administradora del atractivo natural, ubicado en el distrito cuzqueño de Cusipata, estableciera dicha medida ante las constantes disputas y pugnas entre la población por temas económicos y administrativos vinculados al lugar turístico.
En ese sentido, los representantes de Chillihuani emitieron un pronunciamiento solicitando a los operadores de turismo y a los visitantes respetar el acuerdo. Por su lado, para reducir posibles riesgos hacia los visitantes, las autoridades de la municipalidad de Cusipata han recomendado a los guías de turismo utilizar la ruta de Pitumarca, y evitar la vía de Cusipata – Chillihuani, por los recientes hechos.
Según las autoridades locales del distrito de Pitumarca, la Montaña de 7 colores no pertenece a la comunidad originaria de Chillihuani ni otros ciudadanos, a quienes acusan de adjudicarse la titularidad de la montaña. Estas refieren que es el Estado peruano.
Por ello, demandan a las entidades competentes administrar el atractivo, que se encuentra camino hacia el Apu Ausangate —la montaña más alta del departamento del Cuzco y la quinta más alta del Perú—, estableciendo un boleto turístico para su ingreso. De esta forma, consideran que se podría asegurar el tránsito adecuado de los visitantes nacionales y extranjeros por la zona.
No obstante, los comuneros de Chillihuani han ratificado ser propietarios del “arcoíris hecho montaña” por ser una comunidad ancestral del lugar donde se ubica la cumbre altitudinal situada a 5,200 metros sobre el nivel del mar. Hasta el momento, como consecuencia de la falta de diálogo entre las partes involucradas, varios comuneros han resultado heridos.
Las discusiones entre la comunidad campesina de Chillihuani y la municipalidad distrital de Cusipata no son de ahora. Cada cierto tiempo las disputas entre ambas partes ocasionan que la ruta de acceso a la Montaña de 7 colores se cierre.
De acuerdo al medio local Qosqo Times, el conflicto inició cuando, desde en febrero de este año, la municipalidad distrital de Cusipata implementó el cobro del boleto turístico para el ingreso al atractivo natural frente a los presuntos malos manejos económicos de los dirigentes de Chillihuani y los deficientes servicios que estos ofrecerían a los turistas.
Una imputación que ha sido rechazada en más de una oportunidad por la comunidad campesina, argumentando que se está cometiendo un abuso sobre su autonomía y libredeterminación para manejar la recaudación por el acceso al lugar, afectando a sus ingresos.