Emprender es un reto, más aún en un contexto como el de la actual pandemia generada por el Covid-19. La publicación del reglamento de crowdfunding permitirá tanto a los emprendimientos como las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) contar con más herramientas de financiamiento.
Como parte de las medidas de reactivación económica aprobadas por el Decreto de Urgencia N° 013-2020 que promueven el financiamiento de la mipyme, emprendimientos y startups, la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) publicó el “Reglamento de la actividad de financiamiento participativo financiero y sus sociedades administradoras”.
De esta forma se vuelve realidad el crowdfunding a través del equity [donde los aportantes reciben acciones a cambio de su inversión] y préstamos [donde los aportantes reciben intereses a cambio de su inversión].
Esta es una alternativa de financiamiento para emprendimientos y mipyme, que les permitirá recurrir al mercado para conseguir financiamiento para sus proyectos de forma accesible y más adaptada a sus necesidades, así como un gran avance para el sector Fintech en el Perú.
El director del Centro de Emprendimiento de la Universidad del Pacífico – Emprende UP, Javier Salinas, señaló que el crowdfunding va a permitir que los emprendedores puedan recurrir al financiamiento vía equity.
“Dado que están validando su modelo de negocio y sería más difícil conseguir una deuda (préstamo), debido a que lo que corresponde en este caso es buscar socios que apuesten por lo que están haciendo y nos acompañen en el crecimiento de la empresa, más que tomar una deuda”, explicó el especialista a la agencia Andina.
Por otro lado, señaló que para las mipyme, que son empresas con un modelo de negocio validado, el crowdfunding de préstamos va a consistir en una alternativa al sistema financiero que hoy en día ofrece tasas de interés muy altas, dado el riesgo que representa la inversión.
Asimismo, detalló que, como parte de los beneficios, este sistema de financiamiento democratiza el acceso a personas de a pie, permitiéndoles invertir en empresas afines a sus gustos y experiencias y diversificar sus ahorros; hace más transparente las inversiones, porque se sabe quién presta a quién, cuánto y a qué tasa.
“Finalmente, permite a los inversionistas a formarse como tales y más adelante a convertirse en inversionistas ángeles o de renta variable”, puntualizó.