Los gobiernos de Estados Unidos, Brasil, México y Canadá, las principales economías de América, se siguen resistiendo a la imposición de cuarentenas masivas para afrontar el coronavirus, al priorizar en sus políticas la actividad económica, en contraste con el resto del continente, que ha apostado por reforzar el aislamiento social.
Esa postura ante el confinamiento, una de las principales recomendaciones de organismos sanitarios internacionales para afrontar el coronavirus, tiene lugar precisamente en tres de los países con más contagiados hasta ahora en el continente: EEUU (más de 65,000), Canadá (3,281) y Brasil (2,433), a los que le siguen Ecuador (1,173) y Chile (1,142).
La polémica en EEUU se recrudeció después de que el presidente Donald Trump reafirmara que quiere abrir de nuevo su país el 12 de abril para evitar las repercusiones económicas de la crisis por el coronavirus.
Trump defiende esta postura pese a que el número de casos en EE.UU sigue aumentando vertiginosamente, superando los 65,000 (la mitad de ellos en el estado de Nueva York), mientras las muertes rondan las 900.
Una posición similar adoptó el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, que minimiza la amenaza del coronavirus, a la que ha llamado «gripecita», y quiere que el confinamiento se limite a ancianos y enfermos, según reportó el diario El Peruano.
Bolsonaro dejó claro que su mayor preocupación es la economía, para la que se prevé una honda recesión este año por la paralización de actividades como consecuencia del coronavirus, que deja ya al menos 57 muertos en el país.
El gobernante de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, también apostó por mantener la economía en plena pandemia del covid-19, tras desafiar las recomendaciones internacionales de aislamiento.
“Yo les diré cuándo no salgan, pero si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, pues sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes, a las fondas”, aseguró recientemente pese a que en el país la pandemia ya está en fase 2 -con contagios comunitarios-, más de 400 casos y al menos cinco muertes.