El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) sigue en la mira de la Contraloría General de la República que, a la denuncia sobre el pago a hoteles por supuestos pasajeros ‘fantasmas’ durante la cuarentena, se suma ahora la acusación de presuntas irregularidades cometidas en la obra “Mejoramiento y creación de los servicios turísticos públicos del Camposanto de Yungay – Áncash”, a cargo de su unidad ejecutora Plan Copesco Nacional.
Según el Informe de Control Específico N° 015-2021-2-5302-SCE, la Contraloría detectó deficiencias constructivas y el incumplimiento de especificaciones técnicas, entre otros hechos sospechosos, que habrían ocasionado un perjuicio económico a la entidad estatal por más de S/ 5,2 millones.
La obra demandó una inversión de S/ 12,3 millones y el perfil del proyecto tuvo el costo más alto en la historia: 492,000 soles. Además, la Contraloría comprobó deficiencias e inaplicación de penalidades no advertidas por funcionarios y servidores del Mincetur, entre ellos Francisco Palomino Vásquez, Elmer Vega Celedonio y Raúl Caccha Arango.
El servicio de control posterior a dicha obra, ejecutada por S/ 12,306,332.50, comprende el periodo del 15 de noviembre del 2017 al 25 de setiembre de 2019, fecha en que fue suscrita el acta de constatación física e inventario. La comisión auditora realizó inspecciones físicas el 10 y 11 de diciembre del 2020, y el 28 y 29 de abril de 2021.
RESULTADOS DEL INFORME
El informe señala que el Consorcio Machu Picchu, contratado por Copesco, ejecutó de manera defectuosa las partidas de madera instalada, mirador y pisos de la obra del Campo Santo Yungay, incumpliendo las especificaciones del expediente técnico, lo cual no fue advertido por los servidores internos y externos encargados de supervisar la obra, quienes aprobaron los trabajos sin verificar su correcta ejecución y el cumplimiento de obligaciones contractuales por parte de los contratistas.
Se constató que las maderas instaladas presentan agrietamientos, pandeos en su longitud y hongos. En el mirador se encontraron lajas desprendidas en diferentes paredes y hundimiento en los pisos instalados; advirtiéndose una indebida compactación de la zona que requerirá la demolición de la estructura del mirador y del relleno.
“Las deficiencias constructivas por incumplimiento de las especificaciones técnicas del expediente técnico, generaron un perjuicio económico al Plan Copesco Nacional ascendente a S/ 4,292,644.90 y S/ 32,995.00 por la contratación de estudios complementarios, así como gastos por desmontaje y demolición a ser considerados en el expediente técnico de saldo de obra”, señala el documento de la Contraloría.
Además, se determinó que Copesco realizó una deficiente evaluación de la Ampliación de Plazo N° 06 por 36 días calendario pese a que correspondía la aplicación de la penalidad por demora injustificada. Esta situación ocasionó un perjuicio económico a la entidad de S/ 847,262,16, correspondiente a la penalidad no cobrada por el retraso en la ejecución, y de S/ 43,824.00 por el pago del servicio de supervisión externa durante el período de ampliación.
“Se otorgó indebidamente una ampliación al Consorcio Machu Picchu por 36 días calendario, a pesar de no existir impedimento para la ejecución de los trabajos en el Centro de Interpretación al haber sido concluidos y pagados previamente; situación generada por la deficiente evaluación efectuada por el funcionario y servidor designados por el Plan Copesco Nacional para la supervisión y control de la ejecución de la obra del Campo Santo de Yungay y por la supervisión externa, quienes autorizaron la citada ampliación de plazo indebidamente”, refiere el documento.
Cabe indicar que el Informe de Control Específico N° 015-2021-2-5302-SCE fue emitido el 25 de junio de 2021 y publicado en la web de la Contraloría el pasado 12 de agosto. Los resultados y recomendaciones contenidos en el documento fueron comunicados al Mincetur para el deslinde de las responsabilidades que correspondan del funcionario y dos servidores públicos del Plan Copesco Nacional comprendidos en los hechos irregulares; así como, disponer el inicio de las acciones legales civiles correspondientes.
Las personas comprendidas en este caso y con presuntas responsabilidades civil y administrativa son: Francisco Javier Palomino Vásquez, gerente del proyecto Campo Santo de Yungay; Elmer José Vega Celedonio, jefe de la Unidad de Ejecución de Obras del Plan Copesco Nacional; y Raúl Rafael Caccha Arango, coordinador general de Obras del Plan Copesco Nacional.
*Accede al informe completo de la Contraloría sobre el caso Copesco – Yungay en el siguiente enlace:
CONTRALORÍA: INFORME COPESCO – YUNGAY
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