La Contraloría General de la República advirtió de varias situaciones adversas que afectarían la calidad e incluso podrían paralizar la obra de “Mejoramiento de la Carretera Santa María – Santa Teresa – Puente Hidroeléctrica Machu Picchu”, que sería la ruta alterna a la vía férrea para llegar al santuario inca.
El proyecto está a cargo de Provías Nacional y es ejecutado por la empresa china Engineering Construction Corporation Sucursal del Perú, por un monto superior a S/ 333,8 millones. Su desarrollo es de suma importancia para tener otro acceso a Machu Picchu.
Una de las observaciones descritas en el Informe de Hito de Control N° 24053-2021-CG/MPROY-SCC, refiere que hay una ausencia injustificada y reiterada del ingeniero de control de calidad y del responsable del contrato.
La Contraloría recoge dicha información de la empresa supervisora del proyecto, pero también advierte la ausencia injustificada del especialista en suelos y pavimentos. Todo ello sucede pese a que, en ambos casos, el contrato establece la permanente presencia de los especialistas.
En otro punto, el documento advierte que la cantera Santa Teresa no garantizaría el abastecimiento de material para toda la obra, toda vez que tiene una capacidad de extracción de 109,406,87 m3, menor a los 138,349,44 m3 que son necesarios para los trabajos de pavimentación y obras de arte.
Finalmente, el contratista tampoco ha hecho una gestión oportuna ante el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para la autorización de la ejecución de desbosque (retiro cobertura forestal) en diversos sectores de la carretera. Todos ellos afectarían el avance programado del proyecto y su calidad.
SOBRE LA OBRA
La consejera regional, María Regina Becerra mostró su preocupación, al referir que el proyecto no solo es de interés regional, sino nacional. Esta vía será otro acceso hacia Machu Picchu y generará otra posibilidad de ruta para los turistas.
En ese sentido, Becerra exigió que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a través de Provías Nacional, tome muy en cuenta dichas observaciones, que a la larga podrían acarrear ampliaciones de plazos y mala calidad de obra. Los alcaldes y el propio gobierno regional deben exigir que se cumpla el cronograma, sostuvo.
Según el contrato, la vía tendrá una longitud de 31 kilómetros, con dos carriles, cunetas y bermas laterales; en tanto su ejecución es de 690 días calendarios, la misma que inició en junio.
Se prevé que la obra beneficiaría a más 19,000 habitantes de los distritos de Maranura, Santa Teresa y Machu Picchu, de las provincias cusqueñas de La Convención y Urubamba.