Pocos países del mundo se librarán del efecto del coronavirus en la economía. Especialmente aquellos que se han visto obligados a sumir su actividad en una hibernación provisional, como ha sido el caso de España, tienen por delante un largo proceso hasta la recuperación.
“España es, además, uno de los estados paralizados por la epidemia que más depende de la industria del turismo, una de las más afectadas por las medidas de distanciamiento social y que más tarde parece que reanudarán su actividad con normalidad”, señala la consultora Statista.
Según los últimos datos de la organización del sector World Travel and Tourism Council, la contribución de los viajes y el turismo al PIB del país fue del 14,3% en 2019, proporción superior a la de otras potencias mundiales del sector como Italia (con 13%), Estados Unidos (con 8,6%) y Francia (con 8,5%).