Conoce el hotel de Tumbes que brinda refugio a migrantes venezolanos

Actualmente viven en Perú unos 715.000 venezolanos, casi todos ellos llegaron por la localidad fronteriza de Tumbes. Gracias a un hábil director de hotel, muchos refugiados desesperados han logrado dormir bajo techo.

Se trata de Percy Ariansen, gerente de los hoteles Toloa y Toloa II de Tumbes, cuya iniciativa ha sido destacada por la agencia alemana de noticias Deutsche Welle (DW), que lo ha calificado como una especie de ángel para muchos refugiados venezolanos, aunque “él mismo se describe más bien como un hombre de negocios con conciencia social”.

Para estos migrantes, ambos alojamientos que suman un total de 100 camas, repartidas en 60 habitaciones, son el primer punto de contacto cuando llegan a Perú.

«Fuimos los primeros en albergar a venezolanos. Primero los que tenían dinero. Y ahora aquellos que llegan a nosotros a través del trabajo de ayuda a los refugiados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)”, explica Ariansen en la primera planta del sencillo, pero limpísimo Hotel Toloa.

Una habitación sin desayuno cuesta 30 soles por noche, es decir, 8 euros al cambio. Para aquellos venezolanos que llegaron en la primera ola, hace más de un año, ese precio no supuso ningún problema financiero. «Pero, en un determinado momento, empezaron a llegar familias con muchos niños y poco dinero a Tumbes, personas mayores y de la comunidad LGTB”, recuerda.

Para los recién llegados con poco en el bolsillo, treinta soles era impagable. Miles de refugiados tenían que dormir en las calles. Pero el año pasado, ACNUR se acercó a Ariansen con una propuesta. «La implementación de una ‘tarifa social’ para los refugiados venezolanos. Yo consulté a mi suegro, que es el dueño del hotel, y él aceptó de inmediato”, comenta el empresario peruano a DW.

El negocio es muy sencillo: de los treinta soles que cuesta una pernocta, ACNUR paga el 75% –es decir, 22,50 soles– a cambio de que Ariansen renuncie a los restantes 7,50 soles. «La cantidad de personas que pasa por nuestro hotel hace que, al final, nosotros no perdamos nada. Y, al mismo tiempo, podemos ayudar a mucha gente”, explica el hotelero.

Y es que parte del convenio consiste en que ACNUR lleve a refugiados directamente desde la frontera hasta la puerta del hotel.

En un momento de gran afluencia, cincuenta refugiados venezolanos tuvieron que dormir en cuarenta camas, comenta Ariansen. «Nuestro hotel está abierto para todos; pero, en este instante, aquí alojamos casi exclusivamente a refugiados venezolanos”, admite. Quienes duermen allí suelen quedarse una noche y continuar sus caminos hacia nuevos destinos al día siguiente, precisa la agencia alemana.

*Lee el emotivo artículo de DW en su integridad ingresando al siguiente link:

UN TECHO PARA LOS REFUGIADOS VENEZOLANOS EN PERÚ


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