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La modernización del Puerto San Martín, ubicado en la provincia de Pisco, región Ica, sigue levantando polémica. Ahora, la Asociación Mundo Azul afirmó que el concesionario Terminal Portuario Paracas (TPP) viene confundiendo al pueblo peruano y queriendo chantajear al Estado, debido a que no recibió luz verde para sus obras de ampliación.
“Al no haber logrado la aprobación de su Estudio de Impacto Ambiental adicional para la construcción de un almacén de concentrados de mineral, el consorcio extranjero del Terminal Portuario Paracas (TPP) pretende ignorar la legislación ambiental del Perú, amenazando a las autoridades peruanas con una denuncia por daños y perjuicios, usando argumentos distorsionados”, denunció la ONG.
Según informó, hace pocas semanas, las autoridades peruanas decidieron que la intención de construir un almacén para más de un millón de toneladas de concentrados tóxicos de mineral, así como la descarga de desagües hipersalinas no tratadas a la Bahía de Paracas serán un riesgo inaceptable para la biodiversidad en la Reserva Nacional de Paracas, humedal de importancia internacional y segundo destino turístico más importante del Perú.
Con 33 observaciones del Sernanp y de otras instituciones gubernamentales, así como más de 100 observaciones de la sociedad civil, los cuales TPP no logró subsanar, el Senace tomó la correcta decisión de no aprobar el EIAM-d de la empresa, cumpliendo con el Principio de Precaución determinado en la legislación peruana.
“Ahora, la empresa extranjera intenta presionar al gobierno peruano con publicaciones financiadas en los medios peruanos, intentando pasar por encima de la legislación peruana, amenazando al gobierno peruano con un juicio por daños y perjuicios, declarando falsamente que el Estado hubiera levantado barreras burocráticas para dañar a la empresa y actuar en contra del proyecto portuario”, indicó la asociación, en un comunicado de prensa.
ARGUMENTOS DE LA EMPRESA
La Asociación Mundo Azul calificó de falsos algunos argumentos expuestos por Terminal Portuario Paracas (TPP), como la no aprobación del permiso para la planta de desalinización de agua marina y el almacén de concentrados de mineral, que a criterio de la empresa sería una barrera burocrática que contraviene los términos de referencia del EIA.
“La verdad es que el contrato de concesión firmado por TPP no contempla la construcción de una planta de desalinización para generar agua potable. Por el contrario, el contrato enfatiza claramente la conexión del puerto a la red pública de suministro de agua potable o alternativamente el uso de los pozos existentes”, indicó.
Para la ONG, el contrato de concesión no menciona la construcción de un almacén de concentrados de mineral y tampoco la estrategia comercial de la misma empresa TPP (elemento del contrato de concesión). En vez de esto, el contrato apunta claramente a la construcción de un puerto equipado para el transporte de contenedores, graneles líquidos y graneles sólidos limpios (productos de agricultura).
Mundo Azul sostuvo que el Estado peruano hizo muy claro con su diseño de la concesión portuario, que el plan nunca fue crear un puerto minero al lado de la Reserva Nacional de Paracas, sino más bien un puerto de contenedores y para productos de agricultura atendiendo a la demanda local.
“Es bajo estas condiciones que TPP aplicó a la concesión y firmó el contrato; por lo cual, el Estado tiene todo el derecho de no permitir iniciativas adicionales al contrato que pondrían en peligro la integridad ecológica de la Bahía y del área protegida. Al poder cumplir con el 100% de lo previsto en el contrato de concesión, no existe fundamento para la empresa de hacer valer un juicio por daños y perjuicios”, aseguró.
Asimismo, cuestionó el argumento de TPP respecto a que la modernización del puerto no causará ningún impacto negativo, dado que ha estado operando en el lugar desde antes de la creación de la Reserva Nacional de Paracas.
“La verdad es: aunque el puerto existió desde antes de la creación del área protegida; el puerto, en las últimas décadas, ha sido operado solo a un nivel de bajo uso exclusivamente atendiendo a la demanda local. Sin embargo, el impacto ambiental de un puerto pequeño no es comparable con los mayores impactos ambientales de un puerto multipropósito modernizado para granel y contenedores que aumentan la cantidad de carga embarcada/desembarcada y transportada por el área protegida”, manifestó la ONG.
Finalmente, subrayó que el Puerto San Martín de Pisco se encuentra ubicado a cero metros de distancia del área protegida, el único acceso vial al puerto cruza por la Reserva Nacional de Paracas y bordea su zona más sensible y estrictamente protegida.
“No existe a nivel mundial ningún puerto industrial ubicado al lado de un área protegida que recibe todo su tránsito vehicular cruzando esta área. Es una situación única en el mundo que requiere un cuidado especial”, puntualizó.