Un informe del diario La Nación da cuenta de una seria disputa entre las agremiaciones de personal aeronáutico. Después de cuatro años en los que se propició el desembarco de las aerolíneas low cost en el mercado local y se vio con buenos ojos la creación de sus propias organizaciones gremiales, los sindicatos tradicionales se disponen a recuperar terreno, señala el medio.
En una reunión con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, un grupo de sindicalistas le reclamó que se «revisen» las inscripciones otorgadas durante el último año de la gestión de Mauricio Macri a sindicatos de trabajadores de aerolíneas como Flybondi y Jetsmart, los que consideran «irregulares» y herramientas destinadas a «atomizar» el sector. De corresponder, piden que su personería jurídica sea revocada.
Según informa La Nación, el pedido fue hecho de manera conjunta por los cinco sindicatos que conforman el bloque de Sindicatos Aeronáuticos Unidos (SAU): los pilotos de UALA y APLA, el personal jerárquico de UPSA, el personal de tierra APA y los técnicos de APTA.
El primer «sindicato amarillo» fue la Asociación Sindical de Trabajadores de Flybondi Líneas Aéreas, creado en enero de 2019. Lo siguió la Unión de Empleados de Norwegian (UNEN), la Unión de Pilotos Aviadores de Latam (UPAL) y a fines de noviembre, cuando faltaban pocos días para el traspaso presidencial, la creación de la Asociación Sindical de Trabajadores de Jetsmart.
En todos los casos se trató de un otorgamiento de personería jurídica a través de la inscripción en el Registro de Asociaciones Sindicales de Trabajadores. En las resoluciones publicadas en el Boletín Oficial y firmadas por el exministro de Producción y Trabajo Dante Sica se aclara que «el reconocimiento de la vocación de representar de la entidad cuya inscripción se solicita, no implica adelantar juicio sobre la capacidad de representación la cual, de solicitarse la personería gremial, será evaluada».
«La cartera de Trabajo hizo groseras concesiones, que pedimos que se revean, porque para nosotros la política aerocomercial de Macri y de (el ex ministro de Transporte, Guillermo) Dietrich impulsaba una liberalización del mercado que implicaba la desaparición de Aerolíneas Argentinas y Austral y el sindicalismo aeronáutico tal como estaba planteado. Ellos lo querían atomizar», dijo a LA NACION Genaro Trucco, secretario adjunto de UALA, el sindicato de pilotos de Austral. «Para nosotros esos sindicatos, así como las empresas que los representan, son un invento de Dietrich, que tienen una base muy volátil y no creemos que duren mucho», agregó.
Por su parte Pablo Biró, secretario general del gremio de los pilotos APLA, dijo a La Nación que entre las irregularidades que denuncian está la realización del trámite «en 20 días», un plazo que no correspondería con el que demandan gestiones de esa naturaleza y que algunas de las direcciones que figuran en los registros «son inexistentes». Consultados por este tema, en los ministerios de Trabajo y Transporte no hicieron comentarios.
En este marco, la Asociación Sindical de Trabajadores de Flybondi expresó su «profunda preocupación» y «rechazo» al pedido hecho a Moroni por los sindicatos. «Estamos expuestos a continuos ataques que auguran nuestro fracaso y el de nuestros compañeros de los otros sindicatos similares», señaló en un comunicado la comisión directiva del gremio que representa a los 570 trabajadores de todas las áreas de la empresa.
«Los trabajadores de Flybondi solicitamos especialmente a todas las autoridades competentes que consideren la libertad individual y asociativa de sus ciudadanos y que no nos expongan a las prácticas sindicales tradicionales, que amenazan con coartar nuestra propia libertad sindical e individual para, en definitiva, someter a todos a los mismos métodos y cerrar fuentes laborales que consideren que amenazan sus intereses», agregaron. «Esto quedó expresado por todos nosotros cuando dijimos ‘no’ a los tradicionales sindicatos de nuestra aerolínea de bandera. Sabemos lo que buscan».