
En su reciente sesión anual desarrollada este año en la ciudad china de Fuzhou, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco decidió incluir al centro ceremonial y observatorio solar de Chankillo, ubicado en la región Áncash (Perú), a la lista de Patrimonio de la Humanidad. También lo declaró como sitio arqueoastrológico.
Resaltó que el sitio arqueológico posee un conjunto de construcciones edificadas en un paisaje desértico y una serie de características naturales que, conjuntamente, funcionan como un calendario solar perfecto, utilizando marcadores que permiten observar el desplazamiento del sol a lo largo del horizonte durante todo el año.
La Unesco detalló que Chankillo comprende: el Templo Fortificado, centro cultural o palacial rodeado por tres murallas que se yergue en lo alto de una colina; el Observatorio y el Espacio Público Ceremonial, dos elementos situados en un sector fuera del recinto amurallado; las Trece Torres de forma cúbica, señalizadoras de la trayectoria solar dispuestas en una hilera que se estira a lo largo de la cresta de otra colina; y el Cerro Mucho Malo, indicador natural complementario de las trece torres.
El templo estaba dedicado probablemente al culto del sol y la presencia de un lugar de observación a cada lado del alineamiento norte-sur de las torres permitía determinar los puntos de orto y ocaso del sol en el horizonte a lo largo de todo el año. Servirse del ciclo solar y de un horizonte artificial para establecer los solsticios, los equinoccios y cualquier fecha del año, con un margen de error de uno o dos días solamente, suponía una innovación de máxima importancia que fue el resultado de una larga evolución de las prácticas astronómicas en el Valle de Casma.

Los investigadores destacan que en el complejo arqueológico de Chankillo se llevaron a cabo observaciones astronómicas directas entre los años 500 y 200 antes de Cristo, siguiendo el movimiento anual del Sol para regular festividades religiosas y otros eventos estacionales.
Chankillo es “único a nivel mundial” debido a que, a diferencia de otros antiguos observatorios, este centro ceremonial abarcaba la totalidad del ciclo solar anual. El complejo arqueológico consta de un centro ritual que también cumplía la función de fortaleza y unas torres en un cerro al frente con el que se marcaban las posiciones del sol.
La postulación de Chankillo estaba pendiente desde 2020, cuando la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se vio forzada a cancelar su cita anual por las condiciones sanitarias mundiales derivadas de la pandemia de la covid-19.