En un artículo publicado en el diario Perú 21, el destacado hotelero Juan Stoessel afirma que, a lo largo de los años, la ‘indecisión política’ ha frenado el crecimiento del turismo en la región Cusco y en la ciudadela inca de Machu Picchu, el principal atractivo turístico del Perú.
“¿Se imaginan a los italianos desaprovechando la popularidad del Coliseo Romano? ¿O China cruzada de brazos viendo que las visitas a la Gran Muralla están por debajo del potencial? ¿O los brasileños permitiendo que la experiencia en el Cristo del Corcovado decaiga por un servicio deficiente?”, se pregunta Stoessel, en su columna titulada “Machu Picchu, una historia de indecisión política”.
“Aunque parezca mentira, eso hacemos con Machu Picchu. Operamos uno de los mayores atractivos del planeta usando un modelo de visita diseñado hace 50 años, cuando el flujo de turistas era 30 veces menor. ¿Pueden creerlo? ¡Es como si Gareca preparase a la selección con un esquema de trabajo de los años 60! No es de extrañar que, entre las 7 maravillas del mundo moderno, Machu Picchu sea penúltima en número de visitantes”, agrega.
En opinión del gerente general de la cadena Casa Andina, “quienes afirman que Machu Picchu no puede recibir más turistas, “lo hacen por ignorancia o intereses, porque no es verdad. Hace varios años, un equipo de expertos en planificación turística presentó un plan de reordenamiento, que fue aprobado por las autoridades”.
Recalca que, a la fecha, ni los ministerios de Cultura, Ambiente, Turismo, ni las autoridades subnacionales han logrado ejecutar dicho plan. Sostiene que, por falta decisión política, ellos no quieren enfrentarse a grupos que se aferran a un modelo de servicio obsoleto, que frena el crecimiento del turismo en la región.
“Es hora de cortar el nudo. El diseño del Centro de Visitantes está listo. ¡Edifiquemos! Mejoremos el acceso amazónico por Santa Teresa, desde donde ya entran 1,000 turistas por día. Ampliemos el área visitable, de las actuales 10 hectáreas a 100. Definamos un sistema mecanizado para subir a la ciudadela. Solo hay que ejecutar el resto del plan. Que nuestras autoridades sigan el ejemplo de Gareca, que no tuvo miedo de ‘comerse el pleito’ e hizo lo que necesitaba hacerse”, puntualiza Stoessel.