
A la fecha, el avance de las obras del futuro Aeropuerto Internacional de Chinchero en Cusco no supera el 10%, un porcentaje menor al 30% previsto para su culminación en julio del 2025.
Así lo advirtió el gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo, quien manifestó su inquietud ante el escaso progreso y ha instado a acciones inmediatas para rectificar esta situación.
“Que el gobierno de Corea del Sur (país que firmó un acuerdo de Gobierno a Gobierno con el Perú para la construcción) tenga un avance a los niveles que hoy tiene, no superando el 10%, preocupa y lo hemos dado a conocer en todas las instancias políticas. Se están sumando las autoridades provinciales, interregionales, para hacer una demanda y que el MTC cumpla su labor”, apuntó.
Ante una eventual paralización del proyecto, Salcedo enfatiza que “no hay nada en negociación” y las sanciones tendrán que cumplirse porque “el respeto al Cusco es fundamental”.
Incluso buscan que el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-Yeol, acuda a la región imperial a “dar respuestas sobre el aeropuerto” en el marco de la APEC. El gobernador de Cusco desliza que hay “intereses que no quieren que la región se desarrolle”.

OBSTÁCULOS
Según un informe periodístico de Semana Económica, la gestión del proyecto, encabezada por un consorcio internacional integrado por Hyundai Engineering & Construction (Corea), Sinohydro Corporation (China), ICA Constructora (México), y HV Contratistas (Perú), ha experimentado diversos contratiempos, incluyendo desacuerdos internos y problemas técnicos que han obstaculizado el avance de las obras.
Ello se evidencia en que existe una falta de coordinación entre el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), el gobierno de Corea del Sur y las empresas supervisoras, lo cual agravaban aún más el retraso.
En noviembre último, el ministro Pérez Reyes inspeccionó las obras y reafirmó el objetivo de finalizar el aeropuerto para el 2025, aunque estas promesas se ven cada vez más difíciles de cumplir.
De acuerdo con Semana Económica, “había muchos retrasos en la aprobación de diseños. El supervisor, que es parte del Project Management Office (PMO), no aprobaba los documentos, con lo cual no se elevaban al MTC”, según indicó una fuente. Y que existeN problemas por las dificultades técnicas específicas, como problemas en la conformación del terraplén y la presencia de un ducto de aguas residuales que complicaría la construcción del terminal.
La falta de avances en aspectos financieros, como la solicitud y administración de fondos por parte del consorcio, y en la preparación operativa, como la instalación de equipos y la definición de procedimientos de vuelo, apuntan a una compleja red de desafíos que requieren resolución.
El proyecto también enfrenta complicaciones legales y burocráticas, incluyendo la posibilidad de arbitraje por desacuerdos insalvables y la demora en la adjudicación de contratos para las vías de acceso al aeropuerto.
La revista indica que los retrasos también se habrían dado por factores financieros. El contrato le permitía al consorcio cobrar un adelanto del 10%. Pero, en su momento, sólo pidió el 5% y, luego, un 2,5%. Ahora, el consorcio estaría desfinanciado y habría solicitado la entrega del saldo restante. La solicitud, sin embargo, habría sido formulada fuera del plazo y la documentación estaría incompleta.
La compra, instalación y validación del equipamiento de aeronavegación y la definición de las tareas previas a la operación –como procedimientos de vuelos y plan de operación– tampoco muestran avances significativos. La gestión de la ex titular del MTC, Paola Lazarte, habría definido encargar al PMO dichos procesos, pero hasta la fecha no se ha firmado la adenda. “Con el nuevo ministro [Raúl Pérez Reyes], ese vínculo se rompió”, dice Salcedo.