Crece el temor de las líneas aéreas ante el posible desabastecimiento de combustible para aviones en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, debido a la paralización de la refinería La Pampilla tras el derrame de petróleo ocurrido del pasado 15 de enero en el mar de Ventanilla. Gremios aeronáuticos y hasta embajadas han advertido que la falta de suministro amenaza la operatividad de los vuelos que parten de Lima.
Frente a esta preocupación, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) autorizó temporalmente por 10 días la carga y descarga de hidrocarburos en los terminales de Repsol, con la finalidad de garantizar el abastecimiento de combustible Turbo A1 e IFO/Diesel-Marino/Bunker. Sin embargo, los representantes de la industria aérea piden que esta medida dure más tiempo.
Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai), dijo que las aerolíneas que operan en el aeropuerto capitalino tienen combustible en concreto hasta el próximo 19 de febrero, por lo que si la restricción continúa se verían en la necesidad de racionalizar sus vuelos, afectando a los consumidores.
A esta preocupación se sumaron las embajadas de Francia y Países Bajos en Perú, que manifestaron el viernes pasado al gobierno peruano su preocupación por la continuidad del abastecimiento de queroseno en el país, toda vez que Repsol provee el 70% de combustible a la industria aerocomercial.
“A la fecha solo queda queroseno para 15 días más, para abastecer a las aeronaves que parten de Lima, entre las que se incluyen los once vuelos semanales de la aerolínea francesa-neerlandesa Air France-KLM”, indicaron ambas sedes diplomáticas en un comunicado.
Pese a esta preocupación, la OEFA aclaró que la autorización temporal a Repsol “no implica el levantamiento de la medida administrativa de paralización de las actividades de carga y descarga de hidrocarburos” en La Pampilla. Esta situación ha llevado a algunos actores de la industria a especular que podría darse una paralización de operaciones aéreas en Perú, en especial para las aerolíneas internacionales.
Un informe de la agencia Bloomberg señala que el aeropuerto Jorge Chávez realiza alrededor de 250 operaciones diarias, entre vuelos domésticos e internacionales, razón por la que una paralización en las operaciones tendría altas pérdidas para la economía peruana y repercusiones en el proceso de recuperación económica de la industria en el país.
Raúl Ávila, docente de la Universidad Nacional de Colombia y analista de la industria, aseguró a Bloomberg que mientras se mantengan las restricciones a la operación de Repsol, que es productor y comercializador en Perú, se mantendrán los riesgos de afectación al funcionamiento de la industria aérea.
“Repsol Perú dice que espera terminar de limpiar el mar hacia el 15 de febrero. El regulador peruano en temas energéticos debe moverse rápido, pues el impacto puede ser complicado y las dificultades de suministro se ven en un escenario difícil, en este caso de combustible Jet Fuel, pues hay una gran amenaza. Obviamente, la pausa de operaciones en Perú puede traer complicaciones para Air France KLM en Latam, pues no se trata solo de desabastecimiento de combustibles, sino también de picos de contagios de ómicron”, comentó el especialista.
En las últimas horas, la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (Asppor) pidió también a la OEFA que la autorización de cargue y descargue de hidrocarburos en La Pampilla se amplíe de 10 a 60 días, para evitar un incremento de precios de los combustibles en Perú, en caso de que las naves deban desembarcar en Chile o Colombia.